El partido que los 76ers disputaron en casa ante Brooklyn, resuelto con una sorprendente paliza de los Nets por 118-141, tuvo una visita muy especial. Quizás como premonición de lo que podría ser una posibilidad en dos meses y medio, Markelle Fultz hizo acto de presencia en el Wells Fargo Center de Philadelphia para presenciar el partido. Por supuesto, Fultz no era un espectador más, sino uno de los principales candidatos a ser el número uno del próximo Draft.
Sondeando el terreno
Los 76ers tienen tras la jornada del martes un 8,8% de tener el número 1 del Draft siendo actualmente el quinto equipo con peor balance de la NBA. Además, tendrán la oportunidad de tener una primera ronda extra gracias a los Lakers, siempre y cuando la elección del equipo californiano no acabe entre las tres primeras tras la lotería del 16 de mayo. Para Fultz, estas son credenciales suficientes para merecer una visita a Philadelphia.
«Puede que tenga una oportunidad de venir aquí, así que quise ver cómo juegan y ver el ambiente», explicó Markelle Fultz entrevistado por la televisión local que retransmite a los 76ers. Quizás de forma no casual, Philadelphia es uno de los equipos que mejor podría utilizar a un jugador de las características de Fultz, sin un base titular claro para su futuro. Además, la presencia de otros distribuidores de nivel capaces de compartir quinteto con él como Ben Simmons o Dario Saric pueden ayudarle a desarrollar mejor sus privilegiadas armas de anotador.
Un partido «histórico» en Philly
En su único año en la universidad de Washington, Markelle Fultz promedió 23,2 puntos, 5,9 asistencias y 5,7 rebotes, añadiendo un 41,3% en triples, 1,6 robos y 1,2 tapones. Un jugador polivalente y atlético que parte como uno de los grandes favoritos a ser el número uno del próximo Draft. Lo que vio de los 76ers, eso sí, no fue especialmente prometedor.
Con una rotación limitada por las lesiones, y frente a unos Nets especialmente motivados por dejar una buena imagen en este final de temporada (y sin tentación alguna de tanking al tener su primera ronda traspasada a Boston), Philadelphia jugó uno de sus peores partidos defensivos que se recuerda. Desde 1974, los 76ers no encajaban al menos 140 puntos en casa en un partido sin prórroga. A su manera, Markelle Fultz pudo ver historia en su primera visita al que bien podría ser su nuevo equipo.