Parece que Draymond Green ha creado cierta escuela. El pasado miércoles, en el partido que enfrentó a Denver Nuggets y Washington Wizards en el Pepsi Center, Markieff Morris propinó una patada en la ingle a Mason Plumlee. La acción le acarreó en aquel momento una flagrante de tipo 2 y su expulsión del partido, algo a lo que ahora se suma la multa de 25.000 dólares que le ha impuesto la NBA.
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¿Acto reflejo?
Sin entrar a valorar si hay más o menos intención, para el recuerdo queda aquella acción en la que el botín del ala-pívot de Golden State Warriors acabó a la altura del rostro de James Harden. En aquel momento Green aseguró que se trataba de una reacción involuntaria de su cuerpo.