Marreese Speights se comprometió con Orlando a finales del pasado mes de julio. El jugador, que había renunciado a su año de contrato pendiente con los Clippers, firmó por una temporada con los Magic por el mínimo de veterano (2,1 millones de dólares).
El ala-pívot, campeón de la NCAA en 2007 y de la NBA en 2015, es natural de San Petersburgo, Florida, a menos de 200 kilómetros de Orlando. Esa corta distancia permitió que Speights creciera viendo a los Magic. Ahora, en su vuelta a casa, considera un “sueño” ser parte del equipo de su infancia, como ha asegurado en una entrevista con HoopsHype.
“Jugar para los Magic siempre ha sido un sueño para mí. El pabellón se encuentra a una hora y media de mi casa en San Petesburgo. Crecí viéndoles; me convertí en un gran fan de ellos de niño y por eso me enamoré de este juego. Siempre he querido jugar para los Magic. Es un sueño hecho realidad”.
La agencia libre y su rol en Orlando
Speights sabía qué dinero se movía para firmar a jugadores de su edad y características, por eso no le sorprendió finalmente suscribir un contrato por el mínimo con los Magic. “Fue un periodo de agencia libre extraño. El dinero se acabó, especialmente para los hombres grandes. Así que pensé que si iba a jugar por el mínimo, podría hacerlo para Orlando. Esto me permite estar cerca de mi hogar y de mi familia”, señaló Speights.
El interior, de 30 años y con 9 campañas en la NBA a sus espaldas, todavía no tiene claro qué papel desempeñará en la rotación de los Magic: “Controlo lo que puedo controlar. No estoy seguro de cuál será mi rol, pero haré lo que pueda para ayudar al equipo. Con esta mentalidad estaré en el training camp y en la temporada. No sé lo que el cuerpo técnico quiere de mí todavía, pero me encanta el baloncesto, por lo que voy a disfrutar de cada minuto”.