Mike Conley no termina de superar sus molestias en el talón de Aquiles; tanto es así que Memphis Grizzlies, por segunda vez, retrasa el calendario previsto para su vuelta a las pistas.
La franquicia de Tennessee, entendiendo que con reposo su jugador podía recuperarse, estimó en un primer momento que el tiempo de baja se extendería a las dos semanas. Superado ese plazo, señalaron que la ausencia se prolongaría otras dos o tres semanas. Pues bien, los días han pasado y lo único que sabemos es que hay que seguir esperando.
Los Grizzlies afirman en la última actualización que Conley sigue con el tratamiento para aliviar el dolor en su talón, el cual le acerca hacia el regreso de la actividad en la cancha. Además, explican que hasta dentro de otras dos semanas no habrá más información, por lo que ya es seguro que el base no volverá a jugar en 2017.
Con un récord de 9-21, los contratiempos en la recuperación de Conley suponen un nuevo jarro de agua fría para un equipo que ya ve los playoffs como una utopía. Desde esa perspectiva, precipitar su retorno –si ello supone cualquier riesgo–, carece de sentido.
Millonada por delante
Poco queda para que Memphis eche el telón del curso 2017-18 y se centre en el futuro; y justo por ello la lesión de Conley debe ser tomada como un problema que no debe extenderse, bajo ningún concepto, al verano de 2018. Mientras que el traspaso de Marc Gasol se ve como una posibilidad real, los Grizzlies parecen decididos a mantener en sus filas a Conley, con quien tienen comprometidos otros tres años y 97,5 millones de dólares… y razones para caminar sobre seguro.