Miami pone a los Celtics contra las cuerdas

Si el Game 1 sirvió de aviso, el Game 2 es digno de que empiecen a encenderse alarmas en el TD Garden. Miami volvió a asaltar la cancha de los Celtics, esta vez por 105-111, y puso el 0-2 en las Finales del Este para colocarse a solo dos triunfos de regresar a la pelea por el anillo. Los de Spoelstra volvieron a confirmarse como unos maestros a la hora de sacar adelante finales apretados, y explotaron de nuevo los problemas de Boston en este tipo de situaciones para inclinar un poco más la balanza a su favor.

Y eso que, tras el gran tercer cuarto de los locales, parecía que tal vez el choque no necesitase llegar a decidirse en el clutch. Con un parcial de 33-21, el cuadro de Mazzulla abrió distancias y llegó a colocarse con una ventaja de 12 puntos (máxima de la noche) al inicio del cuarto periodo, momento en que el 1-1 pareció más cerca que nunca. Robert Williams hizo mucho daño a los Heat en este tramo tanto con su intimidación en defensa como por sus bloqueos directos en ataque, que anularon los intentos de defensa en zona y guiaron a los locales a sus mejores tramos.

Sin embargo, con la llegada del último cuarto llegó la hora de Jimmy Butler. Y si algo ha quedado claro en estos playoffs es que si Butler decide que ha llegado su momento, es muy difícil rebatírselo. Gran Williams trató de hacerlo encarándose con él y buscando descentrarle, pero este intento de trash talk solo pareció encenderle más. Y tras varias canastas sobre el propio Grant que iban reduciendo cada vez más la distancia en el marcador, se hizo evidente que no había sido buena idea.

Pero es que incluso cuando no anotaba, Butler seguía sumando a base de apariciones defensivas con las que sacaba faltas en ataque o complicaba recepciones y penetraciones. Y si fallaba, ahí estaban sus compañeros, pues los Heat volvieron a ser un bloque sólido del primer al último eslabón y ofrecieron una nueva exhibición de recursos y de resistencia. Jimmy terminó como máximo anotador con 27 puntos, pero los de Florida fueron mucho más.

Caleb Martin, con sus 25 tantos, fue fundamental a la hora de mantener a los suyos en el partido; Bam Adebayo, con 22 puntos, 17 rebotes y 9 asistencias, volvió a ser un pilar en los dos lados de la cancha e incluso sumó una canasta fundamental en el último minuto tras capturar un rebote ofensivo; y Gabe Vincent, discreto durante toda la noche, puso la puntilla al encuentro con un tiro de seis metros que colocó el 103-107 en el marcador con medio minuto para el final.

Vuelta a las andadas

La noche tuvo un cierto regusto a déjà vu para Boston, que, en contra de lo que podría esperarse de un vigente finalista, dejó mucho que desear en los minutos finales. Armas como el bloqueo directo en cabecera que tan bien habían funcionado minutos atrás dejaron de usarse, hombres secundarios como Grant Williams tuvieron que asumir un peso inusualmente alto en la anotación, y las estrellas volvieron a estar muy lejos de su mejor versión a la hora de la verdad.

Jayson Tatum terminó el último cuarto sin anotar un solo tiro de campo y volvió a estar poco fino en el cuidado de balón, y Jaylen Brown estuvo también bastante invisible y no ayudó a frenar el colapso. Esto generó que los locales no anotaran ni un tiro de campo en los últimos tres minutos y medio y que encajaran un parcial de 22-36 que tiró por tierra el buen trabajo realizado hasta el momento.

Los Celtics viajarán por tanto a Miami obligados a cambiar la dinámica de la serie a domicilio. Y lo que parece peor, a espantar los fantasmas que les han perseguido en estos últimos dos encuentros. Porque a estas alturas, ya hay poco margen de error. Y estos Heat están dejando claro que no son de los que te perdonan la vida si tienen opción de decidir.

(Fotografía de portada: Adam Glanzman/Getty Images)


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