Pese a que continúan (aunque por poco tiempo) sin Devin Booker, los Suns están recuperando sensaciones y sumando victorias de prestigio. Esta madrugada, el conjunto de Monty Williams se impuso en casa del líder de la NBA por 94-106 para auparse la sexta posición y volver a puestos de acceso directo a playoffs, confirmando su mejora a costa de impedir a los Celtics mantener su ventaja en la punta de la tabla. Los de Boston siguen siendo líderes del Este, pero su margen sobre Milwaukee y Philadelphia está volviendo a estrecharse tras una fase del curso en la que parecían tener casi garantizada la primera posición.
Los de Mazzulla tuvieron bastantes problemas para encontrarse a sí mismos en esta ocasión, especialmente en una primera mitad en la que llegaron a verse 20 abajo. Phoenix planteó una buena defensa y consiguió evitar que el triple, una de las principales armas de Boston, fuese un factor determinante, dejando a los locales en un 10/38 que les generó momentos de verdadero atasco. Esto, sumado al buen hacer de Chris Paul, que firmó en el segundo cuarto 11 de sus 15 puntos, y la aportación de la segunda unidad, llevó el 33-53 al marcador, abriendo una brecha que, no obstante, no duró demasiado.
Boston redujo ya distancias antes del descanso, pero fue en el tercer periodo cuando verdaderamente empezaron a tomarle el pulso al partido. Aun sin un baloncesto arrollador, su defensa empezó a funcionar mejor y sus hombres empezaron a encontrar formas de anotar con más frecuencia, lo que hizo que la distancia en el electrónico fuese poco a poco desapareciendo hasta hacerse de un solo punto (73-74) antes del último cuarto, haciendo que la remontada pareciese inminente. Pero esta nunca llegó.
Mikal Bridges, que había sido el encargado de mantener con vida a los Suns en el tercer parcial, se encargó de levantarlos de la lona en el cuarto y de comandar una reacción que les hizo seguir al frente y volver a abrir diferencias. El alero dio un más que necesario paso adelante en la segunda parte, en la que asumió el vacante rol de líder y sumó 17 de los 25 tantos con los que terminó el choque para marcar territorio en el TD Garden. Con el apoyo de los 14 puntos que sumaron tanto Deandre Ayton como Dario Saric y de un banquillo limitado pero eficiente, se encargó de dar a los visitantes una victoria de mucho nivel con la que recordar que siguen siendo un equipo cargado de armas y recursos.
«Llevarnos esta victoria sin Booker nos da mucha confianza, más sabiendo que dentro de poco le tendremos de vuelta» comentó Jock Landale. «Nos habría gustado ganar algunos partidos más en su ausencia, pero ahora que estamos volviendo a sumar triunfos y sabemos que está a nada de volver, sentimos que estamos en un gran momento».
Sin acierto en Boston
Los Celtics sumaron de esta forma un nuevo tropiezo en una noche de escasa inspiración para sus hombres. Jaylen Brown, con 27 tantos, fue el máximo anotador del equipo, seguido por los 20 de un Jayson Tatum cuya actuación dejó mucho que desear. El alero se quedó en un pobre 3/15 en el tiro, y aunque en el tercer cuarto consiguió forzar varias faltas que le permitieron sumar desde el tiro libre y empezar a reactivarse, ni siquiera consiguió hacer de este un recurso habitual y su contribución a la hora de la verdad fue más bien escasa.
Algo más eficaz fue Derrick White, que alcanzó los 19 puntos con un 50% de acierto en el tiro, pero hasta ahí el apoyo que las estrellas recibieron por parte de los secundarios. Los Suns impidieron que los jugadores de rotación pudieran dar un paso adelante, maniatando a los locales y dejándoles en su tercera peor anotación de toda la temporada hasta el punto de impedirles pelear por la victoria en los minutos finales.
(Fotografía de portada: Maddie Meyer/Getty Images)