Sin casi tiempo para celebrar el anillo que ha ganado como asistente de los Warriors, Mike Brown ha sido presentado como nuevo entrenador de los Sacramento Kings. El técnico afrontará en esta nueva etapa el reto de reconducir a una franquicia que lleva ya muchísimos años sumida en la mediocridad, pues no solo ha sido incapaz de clasificarse para los playoffs en las últimas 16 temporadas, sino que en muchas de ellas ni siquiera ha estado cerca de pelearlos. Brown tiene claro que esta no es una situación que pueda arreglarse de la noche a la mañana, y aseguró que su objetivo es el de crear una cultura ganadora a largo plazo.
«Una de las principales razones por las que se me ha traído aquí es para aportar liderazgo en diferentes áreas» comenzó. «He pasado por muchos equipos a lo largo de mis 30 años de experiencia, y he experimentado cómo el tener una cultura ganadora puede hacer que las franquicias superen sus expectativas, no solo puntualmente sino a lo largo de varios años. Mi trabajo consiste en liderar ese apartado. Toda organización, en mi opinión, tiene un alma, y cuanto más fuerte sea esta, más fuerte será el equipo».
Monte McNair, que se hizo con el cargo de general manager en 2020, tuvo también la oportunidad de hablar del proceso de selección del nuevo entrenador, un cargo que parece maldito desde la salida de Rick Adelman en 2006, pues en sus 28 temporadas en Sacramento los Kings solo han terminado con un balance positivo las 8 en las que él fue el técnico principal. No está claro si Brown podrá cambiar las cosas nada más llegar, pero McNair aseguró que el proceso de elección ha sido minucioso para poder contar con un profesional de los banquillos que ayude a crecer a la franquicia.
«En las oficinas hemos llevado a cabo un proceso sólido, exhaustivo y completo para asegurarnos de que encontrábamos al técnico adecuado» afirmó el general manager. «Hicimos una búsqueda intensiva y al final todo se redujo a tres aspectos clave: experiencia positiva como entrenador principal, la habilidad para fortalecer las relaciones en la franquicia, y la capacidad de liderazgo tanto con la plantilla como con todos los procesos que forman parte de una organización».
(Fotografía de portada: Thearon W. Henderson/Getty Images)