Los Utah Jazz han confirmado que la situación física de Mike Conley es, como mínimo, delicada. El base, que tuvo que abandonar el quinto partido ante los Grizzlies por unos problemas en el isquiotibial derecho, se ha sometido a una resonancia que ha revelado una distensión en la zona, lo que le hace ser duda para el próximo partido. Los servicios médicos de Utah volverán a evaluarle antes de que este tenga lugar, y determinarán si está listo o no para salir a jugar.
Por suerte para los de Salt Lake City, su serie de semifinales de conferencia es la única que no está lista aún, ya que su rival saldrá de la eliminatoria entre Mavericks y Clippers que marcha 3-2 para los texanos. Dicha serie podría terminar esta misma noche si Dallas vence en su pabellón, pero también podría irse al Game 7 si, como ha ocurrido en los cinco encuentros anteriores, la victoria cae del lado visitante. Esto daría más tiempo a Conley para recuperarse y llegar en mejor estado al inicio de la siguiente ronda, algo que sin duda ayudaría a los de Snyder a arrancar con buen pie.
La lesión se produjo en el segundo cuarto del último duelo ante Memphis, en el que el base tuvo que poner rumbo a vestuarios para nunca regresar al partido. Esta no fue sino una de las dificultades físicas a las que el jugador tuvo que enfrentarse a lo largo de la temporada, ya que durante la liga regular se perdió un total de 21 partidos.
“En el primer cuarto sentí un tirón o algo así en el muslo” afirmó el base. “Fui al banquillo para que el cuerpo técnico lo supiese, pero iba siendo cada vez más y más doloroso hasta que tuve que salir. Es muy frustrante. He dedicado muchas horas a prepararme físicamente”.
(Fotografía de portada: Justin Ford/Getty Images)