Denver está pasando quizás por el momento más delicado de las últimas temporadas. Una plaga de lesiones les está asolando y acumulan hasta cinco derrotas consecutivas. Cierto es que antes de tal mala racha ya tenían algunos problemas –sobre todo en el lanzamiento exterior–, pero la realidad es que las bajas, sobre todo la de Nikola Jokic, es lo que ha terminado de empujarles hacia abajo. Michael Malone entiende que las circunstancias no han sido hasta ahora favorables, pero entiende que la dinámica terminará cambiando.
«También es mi trabajo como líder de este equipo guiarnos a través de esto. Me desafié a mí mismo, durante todo el partido que perdimos con Phoenix, incluso cuando se estaba poniendo muy feo, a mantener una actitud positiva y ser alguien que unía a los muchachos y no les permitía separarse, desmoronarse y rendirse. Si nos mantenemos juntos y seguimos luchando y compitiendo, la marea cambiará», expresa el head coach.
Malone conoce el contexto en el que se mueven actualmente, el cual puede justificar que estén sufriendo en los últimos partidos, pero de igual modo afirma que no puede ser excusa para salir a la cancha y cambiar la situación.
“Perder apesta. Debería doler, debería provocar enojo, frustración, vergüenza o cualquier sentimiento similar. No podemos esperar a que regresen Jamal Murray, Michael Porter Jr. y Nikola Jokic. Tenemos que arreglarlo. Solo podemos hacer eso si nos mantenemos juntos y tenemos una mentalidad positiva», sentencia.
Denver está mal, pero la situación aún no es una tragedia. Con un balance de 9-9 son novenos de la Conferencia Oeste (puesto de play-in). Obvio que el equipo está confeccionado para otras cotas, pero sus tres mejores jugadores están fuera en estos momentos. Nikola Jokic debe volver en los próximas días, y es seguro que les dará un impulso positivo. Es pronto para caer en el desánimo.
(Fotografía de Matthew Stockman/Getty Images)