El hundimiento de Phoenix parece no tener fin. Pese a empezar la temporada a gran nivel hasta el punto de colocarse en cabeza de la Conferencia Oeste con 16-7 a principios de diciembre, en poco más de un mes parece haber saltado todo por los aires hasta el punto de haber firmado desde aquel momento un 5-16. No levantan cabeza. Las recurrentes ausencias de Chris Paul y la lesión de Devin Booker (debería volver en unos 10 días), amenazan un proyecto que en estos momentos vive al límite de de los puestos de play-in con 21-23.
Lo vivido anoche en Minnesota no es más que un nuevo episodio dentro del turbulento deambular de los de Arizona. Sin contar con su backcourt titular, Phoenix se vio plenamente superado por un rival que mediado el segundo cuarto vencía por hasta 24 puntos. Los chicos de Monty Williams tuvieron una tímida reacción que solo les alcanzó para maquillar el resultado en el último cuarto y acabar perdiendo por 121-116.
«El comienzo fue perfecto, pero el final bastante malo. No todo será siempre perfecto, pero podríamos haber terminado un poco mejor, eso es seguro», comenta Anthony Edwards, autor de 31 puntos, sobre un encuentro en el que su equipo encajó 41 puntos en los doce últimos minutos.
Chris Finch, técnico jefe de los Wolves, coincide con el análisis de su estrella. «Hemos tenido durante toda la temporada el hábito de construir la ventaja y de alguna manera dejar caer nuestro impulso con malos tiros y pérdidas de balón que conducen a una ofensiva loca por parte de nuestros oponentes. Esta noche fue un clásico ejemplo de eso. En todo caso creo que hicimos las cosas bien durante el 80% del partido».
Con el triunfo Minnesota se coloca con un balance de 21-22, el cual le permite ser noveno del Oeste, justo por delante de Phoenix. Junto a Edwards hubo otros cinco jugadores en dobles dígitos de anotación, destacando los 17 puntos de D’Angelo Russell y los 16 de Taurean Prince desde el banquillo.
Phoenix, cuestión de insistencia
Monty Williams es consciente del mal momento que pasa su equipo, pero no por ello tiene intención alguna de bajar los brazos. El técnico señala que el mensaje para el grupo es mantener el nivel de concentración y energía noche tras noche, ya que será eso lo que les haga salir del hoyo en el que se encuentran.
«Les dije a los muchachos que tenemos que mantener nuestro espíritu en un buen lugar porque cuando todo comienza a unirse, puede multiplicarse. Simplemente tenemos que seguir conectados los unos a los otros», sentencia.
Respecto a las actuaciones individuales, Damion Lee fue el máximo anotador con 31 puntos desde el banquillo. También tuvo una notable actuación Mikal Bridges con 24 tantos a los que añadió seis asistencias y tres robos.
(Fotografía de David Berding/Getty Images)