Nick Nurse, otro entrenador que debuta con anillo

Quien firmase la famosa frase de que la experiencia es un grado debe haberse llevado un disgusto si ha seguido la NBA recientemente. Nick Nurse, que debutaba este curso como primer entrenador, ha llevado a los Raptors a su primer anillo, lo que le convierte en el tercer técnico en los últimos cinco años que corona con un título su primera temporada en la NBA. Antes, lo hicieron Steve Kerr con los Warriors en 2015 (en unas Finales ante David Blatt, otro «novato») y Tyronn Lue con los Cavaliers en 2016.

No obstante, como es lógico suponer, esto no es lo habitual en la Liga. Cuando Kerr conquistó el campeonato de 2015 con Golden State se convirtió en el primer novato en hacerlo en 33 años, pues no se veía algo así desde que Pat Riley llevase a los Lakers al anillo en 1982.

Novato entre muchas comillas

Sobra decir que, salvo en el increíble caso de Kerr, cuando se habla de novatos se hace referencia a técnicos sin experiencia como entrenador jefe en un equipo NBA, pero nunca inexpertos del todo. En el caso de Nurse esto es llevado a su máxima expresión, pues sus inicios en los banquillos datan de 1989, cuando se incorporó como asistente a los Northen Iowa Panthers de la NCAA. Sin embargo, pronto empezó a apuntar maneras, pues en 1991 pasó a dirigir a los Grand View Vikings, convirtiéndose en el entrenador más joven hasta el momento en comandar a un equipo universitario.

Desde entonces, el americano pasó por la Liga Británica, la Liga Belga, la USBL (una liga profesional estadounidense desaparecida en 2008) y la G-League, hasta que en 2013 fue contratado como asistente de Dwane Casey en Toronto. Allí fue poco a poco ganando experiencia en la NBA, y la temporada pasada alcanzó un gran reconocimiento al ser destacado como uno de los ideólogos del cambio ofensivo que llevó a los canadienses a ser el mejor equipo del Este en temporada regular. Se trata de trayectoria de lo más variopinta, pero en la que no hay nada comparable a lo que estaba por llegar.

Salto a la cima

Tras caer estrepitosamente ante los Cavaliers en segunda ronda, los Toronto Raptors decidieron que la etapa de Casey al frente del equipo debía llegar a su fin. Fue una decisión controvertida, pues el técnico sería poco después elegido como Mejor Entrenador de la temporada, pero la resolución ya estaba tomada. Tras tantear diversas opciones, los canadienses optaron por Nurse para ser su sustituto, dando, sin saberlo, el primer paso hacia el anillo.

Con las riendas del equipo ya sujetas, Nick terminó de pulir los cambios tácticos que habían empezado a tener lugar el año anterior. Terminó con la dupla Ibaka-Valanciunas, pasando a jugar con un solo pívot y dando más minutos a Siakam, quien ha resultado ser una de las piezas más importantes del equipo; perfeccionó la defensa hasta convertirla en una de las más temibles del campeonato, y creó en torno a Kawhi un equipo al que desde el inicio se vio capaz de aspirar a todo.

Con el arranque de los playoffs llegó su prueba de fuego, y, aunque comenzó con un tropezón ante Orlando, su trabajo no ha podido ser mejor. Con el paso de las series, ha demostrado una gran capacidad para realizar ajustes defensivos sobre la estrella rival, ahogando a Vucevic, humanizando a Embiid, y construyendo un muro ante Giannis. En estas Finales, llegó el turno del box-and-one sobre Curry, que será recordado durante varios años como la última solución de Nurse en el camino al éxito.

(Fotografía de portada: Thearon W. Henderson/Getty Images)


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