La NBA ha anunciado este miércoles que el sindicato de jugadores ha rechazado la «leve subida» del límite salarial propuesta a la organización de jugadores con motivo de la firma del nuevo y astronómico convenio televisivo, tal como informaron los principales medios estadounidenses.
La liga y los propietarios de las franquicias se habían puesto en contacto con el sindicato de jugadores para acordar una tenue subida del salary cap desde la temporada 2016-17, curso a partir del cual las televisiones americanas, TNT y ESPN, reportarán un beneficio de 2.600 millones de dólares anuales a la NBA, 24.000 millones en nueve años.
Con más dinero, claro, mayores beneficios para las franquicias y, con ello, también para los jugadores. Por eso la asociación de jugadores ha dicho «no» a la propuesta, deslizando que no cerrará ningún acuerdo por menos de una cantidad acorde a la sustancial subida de cifras para con las televisiones.
De 63 a 92 millones
De acuerdo a ESPN.com, las franquicias contemplaban subir la el límite salarial, ahora cifrado en 63 millones de dólares, hasta 88-92 millones. Por comparar, la temporada que viene el límite salarial estará situado en 66 millones.
Echando un vistazo a la historia, el mayor brinco salarial de la historia fue de siete millones. Lo que ocurra del 2016 al 2017 puede ser mucho mayor.
Evitar éxodo de agentes libres en 2016
La estrategia de las franquicias es evitar un aumento sustancial del salary cap con intención de que los jugadores que acaban su contrato antes, no firmen el verano que viene solo por un año para renegociar en 2016 un contrato más cuantioso.
LeBron, Durant
Algunos jugadores que podrían beneficiarse de la situación en 2016 son LeBron James, Kevin Durant, Kevin Love o Goran Dragic.
El sindicato de jugadores, en voz de Michele Roberts, directora, que este martes se reunió por primera vez con Adam Silver, anunció el rechazo de la propuesta «por unanimidad» de todo el conjunto.
Con las dos partes lejos de un acuerdo, ahora parece algo precipitado augurar un lockout. No obstante, ambas posturas tendrán que ceder mucho sus pretensiones para que ello no suceda.