LeBron James sigue a lo suyo, que básicamente es rendir mejor cada año. Este domingo sumó otro triple-doble más en la victoria de los Cavaliers sobre los Mavericks (98-87). Sudaron los de Ohio para doblegar a Dallas, plantel luchador que suele competir contra los grandes. Un buen último cuarto de los locales, con determinante parcial de 25-10, enjugó la desventaja que tenía Cleveland a falta de 12 minutos (73-77). Los Cavaliers siguen terceros del Este con 47-30, tres victorias seguidas y medio partido de ventaja sobre los 76ers y uno sobre los Pacers, ambos al acecho del puesto de bronce de la conferencia. Tanto Philadelphia como Indiana saldaron sus compromisos dominicales con éxito.
El ritmo de LeBron
James acabó con 16 puntos, 13 rebotes y 12 asistencias. Estamos ante su triple-doble número 72 y el 17º de la campaña para él, triturando su anterior récord de 13 triples-dobles en un curso, que databa del 2016-17. Lo dicho, cuantos más años cumple, mejores prestaciones ofrece. El Elegido solo es superado por Russell Westbrook (24) en la clasificación de triples-dobles para la actual campaña y en la lista histórica en cuanto a jugadores en activo.
Sin embargo, no fue una noche especialmente notable para LeBron en el tiro. Lanzó mucho y mal y se quedó en 5/21 en tiros de campo. Quizá por eso se explique que al final del tercer cuarto solamente llevara 8 puntos y que el récord de partidos seguidos firmando dobles dígitos en anotación corriera el riesgo de quedarse en 867 encuentros. Sin embargo, James, al igual que todos los Cavaliers, aceleró en ese tramo último y con 8 tantos elevó el récord a 868 encuentros consecutivos de 10 puntos como mínimo. Supera ya a Michael Jordan en dos (866).
Jordan Clarkson, 16 puntos también, J.R. Smith, 15, y Kevin Love, 13 puntos y 13 rechaces, siguieron la buena senda estadística de su líder, si bien el máximo anotador del encuentro fue Harrison Barnes, quien con 30 puntos igualó su tercer mejor trabajo ofensivo como profesional y el segundo con la camiseta de Dallas. Barnes, 5/10 en triples, fue una de las principales razones por las que Dallas peleó la contienda de manera digna.