Lo veníamos anunciando y así ha sido. Philadelphia 76ers ha comunicado de manera oficial que Joel Embiid, con problemas en la rodilla izquierda, no volverá a jugar en la presente temporada.
Si en un principio se habló de una dolencia que le hacía ser catalogado como día a día, punto desde el que se pasó a fijar el 3 de marzo como posible fecha de regreso y poco después a declararle baja indefinida, ahora –a raíz de las últimas pruebas médicas– la franquicia de Pensilvania toma el camino cauto, el de mantenerle alejado de las canchas.
Según señala el parte oficial, «la resonancia magnética a la que fue sometido el lunes desvela que el área afectada por el hematoma ha mejorado significativamente, mientras que el desgarro de menisco previamente identificado aparece ahora más pronunciado», explica el director médico de los Sixers.
En cuanto a la importancia de la lesión o si requiere cirugía, la franquicia no ha dado pistas. Solo sabemos que aún se necesita «información adicional» para determinar qué hacer a continuación. «Seguiremos trabajando con los especialistas para recopilar información adicional a través del examen clínico y pruebas secuenciales para determinar cuál es el mejor curso a seguir».
El futuro
Para muchos podemos estar ante un nuevo ejercicio de tanking de Philadelphia, donde ya han comprobado hasta qué punto es bueno su jugador y prefieren que descanse –estuvo dos años en blanco– de cara a volver la próxima campaña. Cabe recordar que para entonces ya contarían también con Ben Simmons, por lo que podría ser el momento perfecto para iniciar una dinámica ganadora. Sin embargo, siempre existe la opción de que la lesión sea realmente importante, lo que haría de nuevo tambalearse el futuro del equipo.
Ejercicio de precaución
Si hay algo claro es que la dirección de Philadelphia en ningún momento iba a optar por el riesgo, tal y como explica Bryan Colangelo. «Nuestro principal pensamiento sigue siendo proteger su salud y capacidad baloncestística a largo plazo. Conforme nuestro equipo médico continúe con la evaluación, tratamiento y rehabilitación de la lesión, proporcionaremos cualquier actualización del estado de Joel».
¿Rookie del Año?
Más allá de términos médicos, su ausencia para el mes y medio que resta de competición deja una duda: ¿se puede dar el Rookie del Año a un jugador que ha disputado solo 31 partidos? Por números es sin duda el mejor; es más, nadie le hace sombra alguna dado que solo su compañero de equipo, Dario Saric, se coloca por encima de los 10 puntos de promedio. Dicho eso, quedaría discutir si en este caso se le da el premio al mejor o al que mejor lo ha hecho durante un periodo más prolongado de tiempo.