Jahlil Okafor está realmente feliz con su contrato en New Orleans Pelicans. Pese a que se trata de un acuerdo de dos años no garantizado, el que fuese número 3 del Draft de 2015 ya estaba casi resignado a marchar a China cuando en agosto sonó su teléfono. Llamaban de Luisiana y le daban la posibilidad de seguir en la NBA.
Ante un panorama gris se le abría un rayo de esperanza para reconducir su carrera en la Liga, una opción a la que este producto de Duke se quiere agarrar con tanta fuerza como para hablar ya de mejorar su defensa y su rebote. Okafor sonríe ante lo que viene por delante.
«Llamé a mi padre la semana pasada y le conté lo feliz que estaba. La cultura, el medioambiente, la orientación a la familia… Me encanta como interactúan todos. Estábamos en el vestuario tras entrenar y pensaba que todos se marcharían a sus casas, pero todos se quedaron hablando entre ellos. Es diferente a lo que estaba acostumbrado. Me recordó a la universidad y me hizo sentir un ambiente familiar», explica a web oficial del equipo.
Más allá de la atmósfera que se respira en el equipo, Okafor está motivado por los objetivos de la franquicia, ya que es la primera vez que juega para una que quiere ganar. «Desde que llegué a la NBA nunca he estado en un ambiente ganador. Este equipo aspira a ganar un campeonato. Hay un gran liderazgo con Jrue Holiday y Anthony Davis y encima agregamos a Jarrett Jack, que es una gran presencia en el vestuario. Eso es lo que me entusiasma, saber que tenemos muchos chicos que apuntan al mismo objetivo y que hacen que todos mejoren», sentencia.