Sofisticados, hipnóticos, cuidados, nostálgicos, elegantes, certeros. Así son todos y cada uno de los informes que gastan la firma de Michael Robinson y cuya tira documental lleva su nombre. No se le resiste ningún deporte ni ningún deportista. Y en su mirilla estaba, desde hacía tiempo, Marc Gasol, un tipo cuya vida parecía estar hecha a medida de sus calculados abordajes.
Sendero de espinas
El camino hacia el éxito de Marc lo tiene todo.
Un referente (su hermano), una losa apresurada a modo de apellido (el de su hermano), un punto de inflexión (mudarse a EE.UU), una transición difícil (hamburguesas 24/7), un paseo sobre el alambre (Barça B), una oportunidad (Pesic), una feliz casualidad, (Pepu) un acontecimiento «irrelevante» (el traspaso de sus derechos), y desde entonces un ascenso imparable con varias paradas que obligan a detenernos: su primer All-Star (2012), Mejor Defensor de la NBA (2013), y dos All-Star más (2015 y 2017) pasando por una inclusión en el Mejor Quinteto de la NBA (2015). Casi nada.
Hoy, a sus 32 años, es considerado el jugador más importante de toda una franquicia, los Memphis Grizzlies, por delante de Mike Conley. Una ciudad en la que está haciendo historia y a la que llegó a modo de propina, por muchos ignorada y por tantos otros despreciada. En Tennessee se veían forzados a traspasar a su mejor hombre, Pau Gasol, quien ponía rumbo a los Lakers; muy pocos (en realidad nadie) pensó que ese apellido todavía tenía por darles mejor.
Tres joyas visuales
De Pau y Marc no es el primer capítulo que se escribe. En «Creciendo Juntos» desgranan la vida en paralelo, aunque a distinto ritmo, de ambos hermanos. Desde sus inicios hasta aquel póster eterno en forma de salto, como pívots titulares de ambas Conferencias, en un All-Star Game.
En Canal+ también se lanzaron, hace dos años, a la primera gran inmersión en la vida profesional de Marc. Muchas de sus imágenes han servido de semilla de inspiración para esta nueva entrega.
En esta ocasión, Robinson opta por profundizar más que nunca en sus orígenes.
En aquellos años donde todo fueron dudas e incertidumbre. Años en los que el escepticismo e incluso la sorna rodeaban a un chico cuyo aspecto físico era todo lo opuesto a lo que se espera de un jugador de baloncesto, pero por cuya sangre corría oculto, esperando su momento, un talento capaz de desafiar al de su hermano mayor.
https://www.youtube.com/watch?v=XAhyQ_NSz2Y
Cornellà, Lausanne, Barcelona, Akasvayu, Grizzlies… media hora. Eso es todo el hueco que necesita vuestra la agenda.