Éstas cosas sólo pasan en la NBA. Un fan de los Cavaliers twitteó que saltaría a la pista si él recibía más de 1.000 retweets, y no tardó ni media hora en conseguir esa cantidad de interacciones.
¿Qué pasó después? Nadie saltó a la cancha, y el motivo pudo estar en que el equipo de seguridad del Quicken Loans Arena fue a por él, le arrestó y le echó del estadio para evitar problemas.
El mismo fan fue el encargado de subir después su aventura paso a paso a Twitter e informó de su detención y de que le habían llevado a una sala con doce agentes de policía.
Como detalle, el fan en cuestión tiene protegida ahora su cuenta debido a la tormenta de comentarios que se vertieron sobre él y su noche en casa de los Cavs.