Paliza de Portland para poner el 2-2 en la eliminatoria

No hubo partido. O mejor dicho, sólo hubo medio, por más que algunos soñaran con resucitarlo cuando Denver se ponía a ‘sólo veinte’ mediado el último periodo. Una imagen de Mike Malone bostezando poco antes del ecuador era la nítida imagen de la igualdad vivida en el marcador y la madera: ninguna.

Portland Trail Blazers sólo tenía una cosa en mente ayer noche: colocar el empate a dos en la eliminatoria. Y Denver Nuggets no puso demasiados reparos a ello. El ansia de ganar, traducido en un nivel de energía de alto voltaje, fue lo que sirvió de hilo conductor para que la brecha entre uno y otro equipo no dejara de crecer durante la primera media hora de juego. En defensa, los de Terry Stotts salieron a morder, y tras tres cuartos los de Colorado no alcanzaban el 35% de eficacia en tiros de campo.

Nurkic, redimido; Porter Jr, una sombra

Jusuf Nurkic tuvo gran parte de la culpa de la noche gris de Nikola Jokic y se llevó claramente el duelo balcánico, a pesar de los 16 puntos y 9 rebotes de su homólogo, logrando dejar en sólo una asistencia al mejor creador de los Nuggets. Motivación extra o no, lo cierto es que Nurkic había grabado en su mente las palabras que Kendrik Perkins, ahora reconvertido en analista, le dedicó tras el Game 3, criticando especialmente su escaso impacto defensivo sobre el (casi seguro) MVP de la temporada. «Supongo que hoy en la liga actual, no sería más que la mascota», dijo Nurkic, que no se mordió la lengua tras el partido. «No sé por qué dijo esas cosas».

Mientras, el segundo espada en ausencia de Murray, esto es, Michael Porter Jr., tuvo como su máximo obstáculo a sí mismo. El forward no ha entrado con pie derecho en estos playoffs y ayer paseó su peor versión por cancha, mostrándose más perdido que Kevin McCallister en un aeropuerto. Porter Jr. sólo lanzó tres veces a canasta, y Mike Malone, consciente de que en pista más que una estrella tenía un sexto hombre pero para su rival, lo sentó pronto, dejándolo en 23 minutos de juego.

El fichaje ‘de inverno’ se viste de primavera

Los Blazers fueron tal estampida conjunta que ni siquiera necesitaron un Damian Lillard inspirado de cara al aro para aplastar. Dame finalizó con un 1 de 10 en tiros de campo, pero repartió 10 asistencias y generó la atracción suficiente por parte de la defensa de Denver como para que otros compañeros como McCollum (21 puntos) y sobre todo Norman Powell, con 29 tantos y un despliegue atlético descomunal, llevasen la batuta del encuentro y pudiesen brillar. «¡¡¡Nor-man Pow-ell! Nor-man Pow-ell!!!», terminó clamando un graderío que fue una auténtica fiesta.

Por los secundarios, Carmelo Anthony fue el único que alcanzó los dobles dígitos en anotación por parte del banquillo de Portland, con algunas acciones en mid-range marca de la casa, mientras que el Facu Campazzo hizo lo que pudo desde la titularidad con 12 puntos y 7 asistencias.

La autocrítica no faltó en un siempre transparente Mike Malone, con la que se sintetiza lo visto en el Moda Center.  «Nuestros titulares estuvieron horribles. Creo que algunos jugadores mostraron miedo hoy y fueron blandos. Ojalá esto sea un toque de atención. Tenemos que jugar mucho más duro».

(Fotografía de portada de Steph Chambers/Getty Images)


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