Es bastante conocida la relación que mantiene Kevin Durant con el entorno mediático de la liga y las redes sociales en concreto. Es más, uno de los mayores incentivos que empujaron el fichaje del alero por los Warriors en 2016 fue el miedo a no ser valorado en su justa medida. El movimiento de Durant reabrió una herida en la opinión pública que perdura hasta hoy. Obviamente hablo de la formación de superequipos y las críticas a las estrellas que los engrosan. Por suerte, KD parece haber superado esa presión asfixiante por ganar.
La estrella de los Nets se sinceraba en una reciente entrevista con la periodista de ESPN Rachel Nichols. «No esperaba que ganar un título me hiciese una persona feliz» comenzaba diciendo Durant «Y una vez que he ganado un anillo he sido consciente de que mi verdadera visión del juego es sobre el desarrollo. Plantearme, ¿cómo de bueno puedo llegar a ser?».
Las declaraciones de KD terminan haciendo referencia al favoritismo de su equipo de levantar el título a final de temporada. «Amo lo que estamos construyendo. Estamos intentando crear algo realmente disfrutable para el espectador y para el jugador que lo vive desde dentro». La motivación de Kevin Durant, al menos esa imagen da, es la de ser el mejor jugador posible. Y visto su rendimiento después del calvario de su lesión, no parece ir mal encaminado. Lo que la superestrella omite es que si alcanza su mejor versión, lo difícil es que no luche nuevamente por el anillo.
(Fotografía de portada de Robert Reiners/Getty Images)