Con únicamente 43 partidos jugados en las dos últimas temporadas –la mayoría de ellos lejos de la plenitud física– el futuro de Nikola Pekovic en la NBA se ve cada vez más oscuro.
Para hacernos una idea del calvario que está pasando no hay más que atender a cómo se está dilatando su posible regreso a las pistas. Anunciada su operación del tendón de Aquiles el lejano 3 de abril de 2015, su participación desde entonces se resume en 12 apariciones en pista antes de ser catalogado como baja indefinida el pasado 23 de febrero de 2016…
Con esos datos no sorprende que hoy, a 21 de septiembre, haya sido Tom Thibodeau quien haya descartado que el pívot serbio tenga opción alguna de estar con sus compañeros en el training camp de pretemporada, tal y como informa Jerry Zgoda de Star Tribune.
Realmente la preocupación no es que esté o no en el primer partido de la nueva temporada –que no estará– sino ver si es capaz de regresar a las pistas a un nivel cercano al que tuvo hace años.
Dos años más
Desde la perspectiva de la franquicia, parece que la dirección deportiva ha optado por una planificación ajena a lo que ocurra con el pívot montenegrino; no en vano cuentan con hasta cuatro jugadores interiores: Karl-Anthony Towns, Gorgui Dieng, Cole Aldrich y Jordan Hill, sin sumar la posible continuidad de Kevin Garnett. En todo caso, los Wolves saben que deberán hacer frente –salvo que logren un traspaso– a un contrato que se extiende otros dos años a cambio de 23,7 millones de dólares.