Previa NBA 2015-16: Milwaukee Bucks

Ante el inminente comienzo de un nuevo curso en la NBA, hacemos un repaso a los 30 equipos de la competición de cara a la temporada 2015-16. Hoy analizamos a los Milwaukee Bucks.

Milwaukee Bucks

Entrenador: Jason Kidd

Plantilla:

– Bases: Michael Carter-Williams, Jerryd Bayless, Tyler Ennis, Greivis Vasquez, Jorge Gutierrez.
– Escoltas: O.J. Mayo, Rashad Vaughn.
– Aleros: Giannis Antetokounmpo, Khris Middleton, Marcus Landry, Damien Inglis, Chris Copeland, Jabari Parker.
– Pívots: Greg Monroe, John Henson, Miles Plumlee, Josh Powell.

Salarios: 73.168.794$, 20º equipo con mayor carga salarial en la NBA.

 Agentes libres 2016

  • Sin restricciones: O.J. MayoGreivis VasquezJerryd BaylessChris Copeland.
  • Con restricciones: Jabari Parker (E), Miles Plumlee, Michael Carter-Williams (E)Giannis Antetokounmpo (E), Tyler Ennis (E).

Leyenda: (E) opción equipo; (J) opción jugador, (F) posibilidad finalización anticipada, (C) oferta cualificada.

Análisis: Ganar y divertirse es posible

Mis dedos tiemblan sobre el teclado ya antes de empezar…¡¡menudo equipazo!!

Es ir escribiendo nombres y cubriendo posiciones y te preguntas como diablos han conseguido crear esto cuando hace sólo dos años se hundían en las llanuras abisales de la liga. Jason Kidd puede estar satisfecho con lo que tiene y entusiasmado con lo que, de hacerlo bien, puede alcanzar.

El año pasado, los Bucks, con apenas los credenciales de un tiovivo, fueron la envidia de muchos otros parques con grandes montañas rusas y, por descontado, el equipo revelación de la temporada. En la liga por empezar, con los recursos de Port Aventura y varias atracciones de vértigo, no hay quien les quite la etiqueta de candidatos a dar la campanada en Playoffs.

Partiendo desde la base, el caldo se prepara en las alturas. Michael Carter-Williams otea con su periscopio de 198 centímetros mientras sus largos brazos pueden optar tanto por la penetración, de la que es muy capaz, como por seguir cocinando la jugada.

Brandon Knight estaba cuajando una excelentísima labor cuando fue traspasado incomprensiblemente, cierto, y  Carter-Williams, rookie del año y baluarte fallido de los 76ers, debe recuperar su mejor nivel, ya que, hasta ahora, su rendimiento en los 25 partidos como buck no ha alcanzado el de su predecesor; sobre todo impera que aprenda a lanzar triples de una vez, ya que un 25% en sus tres años NBA es de mazmorra cavernaria para un base más anotador que pasador.

Para las noches en las que el point guard no esté inspirado, Kidd será la envidia, en cuanto a repuestos, del propio Kristian Pielhoff. A contar Bayless, Vasquez y un Ennis que todavía busca su oportunidad.

El puesto de escolta, además de con un Jerryd apto de sobra para el combo guard, pertenece a un O.J Mayo que finalmente parece haber abandonado la senda del «sube y baja». Consciente de que ya nunca será ese jugador franquicia que pretendió Mark Cuban por última vez, se dedica a lo que mejor sabe, a anotar, en los 20-25 minutos que le da Kidd por velada. A punto de entrar en el año de sus 28 se acerca a su etapa de madurez en el mejor de los sentidos, lo que con su endiablada habilidad y cierto don para el clutch time, forma un conglomerado más que interesante a disposición de su técnico.

Cerramos el ‘2’ con Rashad Vaughn, pick 17, como la novedad universitaria en Wisconsin. En pretemporada ya está demostrando que agitar toallas no es precisamente lo suyo.

Aleros, aleros/escoltas, ‘4’ bajitos….es tal el abanico de variantes que ofrecen los Bucks que Kidd debe estar humeando de tanto frotarse las manos. Giannis Antetokounmpo es la paradoja de la economía griega; nunca un jugador «tan mal pagado» (1,8 millones de dólares) produjo tantísimo. Su techo, como suele decirse, es el cielo. Le acompaña otra carta ganadora y apuesta personal de la franquicia; Khris Middleton acaba de firmar, con 24 años, el primer gran contrato de su carrera. Ya nos ha demostrado que puede encestar y no huye cuando el balón quema; otro que irrumpe de lleno en sus mejores años.

Y si nos faltaba alguien parió la abuela y le llamó Parker. Todos sentimos como a Jabari le robó la lesión algo más que unos partidos la temporada pasada; le robó el ROY, al cual ni siquiera debería haber aspirado. Porque el de Duke juega desde primera hora como un veterano curtido. Es una maravilla tenerle de vuelta.

Para refrescar el parqué, el staff contará con Chris Copeland, buena adquisición vía Pacers que hace cierta la máxima de que cuando sale, cumple (y de tres, las enchufa).

Por si alguno pensaba que la partida había acabado, en esta mano aún queda un full o, para ser numéricamente exactos, tres figuras. John Henson (otro recientemente atado), que si aún con mucho progreso por delante, de momento ya es capaz de promediar dos tapones. Miles Plumlee aportará garantía suficiente como para no temblar cuando descansen los titulares.

Y el plato fuerte para el final, porque además es dulce como un postre. A Greg Monroe le pretendían varias reinas: Lakers, Knicks, Blazers…y finalmente nos dejo boquiabiertos eligiendo a los «modestos» Bucks.

¿Que como le convencieron? El propio Monroe nos filtró algo. El propietario, Marc Lasry, le transmitió un entusiasmo que sonaba sensato y ambicioso al mismo tiempo. Kidd, sin salirse del oficio, le habló de aspectos tácticos. Y Monroe sólo tuvo que visualizar en la pizarra las chapas con el quinteto titular…para acto seguido urgir la necesidad de un bolígrafo.

Por cierto, Kidd, además de Greg Foster o Eric Hughes, tendrá otro técnico asistente encubierto. Será Josh Powell, que nostálgico y celoso ha optado por un fugaz retorno al pasado, donde todo tiempo fue mejor.

¿Pueden alcanzar los Playoffs?

La pregunta correcta sería: ¿Pueden alcanzar las Finales?

¿Suena tan descabellado? La cautela invita a ser paciente y reservar este interrogante para dentro de dos años. Pero esto va de predecir sin más pistas que roster y staff, y para un redactor osado, los Bucks podrían ser esa nueva y jovial sorpresa que fueron los Warriors el año pasado.

Quizás si me corto es porque Cavs y Bulls no puedes tomártelos a la ligera, pero del burro de semifinales no me bajo, y si no, acepto responder por mi atrevimiento. Hagan sus apuestas.


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