Ante el inminente comienzo de un nuevo curso en la NBA, hacemos un repaso a los 30 equipos de la competición de cara a la temporada 2015-16. Es el turno de los San Antonio Spurs.
El equipo
Entrenador: Gregg Popovich
Plantilla:
- Bases: Tony Parker, Patty Mills, Ray McCallum
- Escoltas: Danny Green, Manu Ginobili, Jimmer Fredette, Jonathon Simmons.
- Aleros: Kawhi Leonard, Kyle Anderson, Rasual Butler, Deshaun Thomas, Reggie Williams.
- Ala-pívots: Tim Duncan, LaMarcus Aldridge y David West.
- Pívots: Boris Diaw, Matt Bonner y Boban Marjanovic.
Salario: 86.649.536 $, 8º equipo con mayor carga salarial en la NBA.
Agentes libres 2016
- Sin restricciones: Jimmer Fredette, Tim Duncan (J), Matt Bonner, Manu Ginobili (J), Reggie Williams y David West (J).
- Restringidos: Boban Marjanovic y Ray McCallum.
*Leyenda: (E) opción equipo; (J) opción jugador, (F) posibilidad finalización anticipada, (C) oferta cualificada.
Análisis: La dinastía debe continuar
Si a la entidad NBA más tirana de los últimos 15 años junto a los Lakers —cinco títulos cada uno– se le añade una mano magistral fuera de temporada, la ecuación es igual a unos San Antonio Spurs tan favoritos como quien más para el entrante año 2015-16.
Los Spurs empezarán la temporada armados hasta las encías. Al tríptico perenne por definición –Tim Duncan, Manu Ginobili y Tony Parker– se solapan las renovaciones de Danny Green y Kawhi Leonard. Y además, el homenaje que se ha dado la franquicia tejana en verano: fichajes de LaMarcus Aldridge y David West para la pintura.
¿Consecuencia? Veintimuchísimas franquicias ya ven como muy probable que San Antonio esté por encima de ellas. Siendo candidatos al título prácticamente desde finales de los 90, el estatus ‘spur’ para con el trofeo Larry O’Brien este curso colma la previsión de super-candidato.
Con un grupo titular de susto en el cuerpo —Parker-Green, Leonard, Duncan y Aldridge–, la segunda oleada del equipo tampoco desmerece el brillo colectivo: David West, Manu Ginobili, Boris Diaw o Patty Mills. Sangre azul en cualquier unidad de reserva en toda la liga.
Quizá, por inercia, solo los dos últimos finalistas de la NBA, Cavaliers y Warriors, pueden ser mejor considerados en la carrera por el anillo. De los aspirantes a fuerza rebelde, los Spurs irradian más confianza que nadie. Por detrás de ellos, Rockets o Clippers también quieren dar su golpe de estado.
Aunque, para regalarse la incorporación de Aldridge y West, los San Antonio Spurs han tenido que hacer sacrificios. Empezando por Tiago Splitter, siguiendo por Marco Belinelli y acabando por Cory Joseph. Tres peones complementarios y demasiado bien inyectados en San Antonio que han tenido que salir.
Además de Aldridge y West, la marea estival ha llevado a Jimmer Fredette y Ray McCallum a San Antonio. Dos desertores de cuanto la NBA esperaba de ellos en un principio, pero con un cartucho formidable para resucitar su juego en los Spurs.
El lunar que se puede sacar a San Antonio es que tendrán poco tiempo para engrasar piezas muy importantes y recién llegadas. En pocas semanas tendrán que conjugar el verbo ganar de la misma forma que el resto.
Siempre favoritos con lo puesto, para el curso 2015-16 —puede que el último de Duncan y Ginobili en activo— resultaría una demencia no aupar entre los grandes buscadores del anillo a los San Antonio Spurs.
Los aficionados NBA podrán regalarse la vista con la secuencia Duncan-Aldridge-Diaw-West, una de las mejores siglas interiores y con mejor IQ de toda la liga, si no la más laureada. Con la parte culmen en la pintura, mejor entrenador, plantilla y método posibles, la dinastía debe continuar.
¿Pueden alcanzar los Playoffs?
No es que todo lo que sea no verles con el sexto anillo en 16 años equivalga a fracaso, sin embargo, los Spurs deben entrar en Playoffs sin demás contratiempos. Es más, deberían pelear por el título hasta las últimas consecuencias, siendo la principal alternativa al creciente mando de los Warriors.
Vale la pena destacar que los San Antonio Spurs no se han perdido una velada de postemporada desde la temporada 1997-98, tiempo en el que Tim Duncan llegó a la competición. Por cierto, el propio ala-pívot nunca ha faltado, en toda su carrera, a una sola cita con los Playoffs.