J.J. Redick no ha terminado con buenas sensaciones su etapa en New Orleans Pelicans. Desde hace tiempo era público su deseo de abandonar la franquicia de Luisiana para jugar lo más cerca posible de su casa, en Brooklyn. No solo no se ha cumplido su petición, sino que ha terminado aún más lejos al ser traspasado a Dallas Mavericks.
Al veterano shooting guard no le ha molestado que le hayan enviado a la franquicia de Texas, pero sí que el general manager de los Pelicans, David Griffin, le asegurase personalmente que su deseo sería atendido.
«Griff básicamente me dijo: ‘Espera un mes. Si aún quieres que te traspasen, te doy mi palabra de que te llevaré a una situación que te guste’. Posteriormente tuvimos cuatro conversaciones. Mi agente habla con él, pero yo lo hablo directamente con Griff. Así es como quería manejar esto. Griff y yo teníamos una relación personal. Y, obviamente, él ha faltado a su palabra», comenta en su podcast The Old Man and the Three.
En relación a su nuevo equipo, los Mavs, Redick quiere dejar claro que su enfado no tiene nada que ver con ellos, sino simplemente con la situación vivida. «Repito, esto no es un desaire a Dallas en absoluto… Pensé que mi situación iba a concluir con un buyout. Y, si iba a ser traspasado, iba a ser un equipo en el Noreste, donde estaba más cerca de casa y podía ver a mi familia durante los últimos dos o tres meses de la temporada».
Redick no solo señala a Griffin como quien el mintió ante tales circunstancias, sino que envía un aviso al resto de jugadores respecto al comportamiento existente en la oficina de los Pelicans.
«No creo que vayas a recibir honestidad de esa oficina, simplemente hablando con objetividad hablando objetivamente. Eso no es una opinión, simplemente no creo que lo entiendas. No creo que lo que pasó conmigo sea necesariamente un incidente aislado. Sé que todas las oficinas actúan en su propio interés, lo entiendo… Pero en términos de esta oficina en concreto, no es algo que yo esperaría. Quienes me representan no creo que vayan a volver a confiar en esa oficina», recalca.
(Fotografía de Julio Aguilar/Getty Images)