Detroit Pistons está a cinco partidos de la octava plaza del Este que ocupa Miami Heat, una complicada situación a la que han llegado tras una racha de ocho derrotas en los diez últimos partidos. Sin embargo, la causa de ver tan lejos sus opciones de playoffs viene de semanas atrás. Reggie Jackson, uno de sus pilares, lleva sin jugar desde el 26 de diciembre.
El base, quien sufrió un esguince de grado 3 en la señalada fecha, ha visto como la dolencia se complicaba hasta el punto de que ahora, cuando a los de Michigan le restan 18 partidos para cerrar el curso, ve peligrar hasta su vuelta a las pistas. Esa es la realidad, pero Jackson confía en poder revertirla.
«Ha sido difícil. Nunca imaginé que un esguince fuese a llevar tanto tiempo. Por lo general te recuperar en días o semanas, pero no dura tanto. La temporada ha tenido altibajos, pero lo que realmente quiero es salir ahí fuera y jugar. Espero volver. La fecha va variando. Por ahora solo hago algunos tiros y las cosas para recuperar la normalidad. No puedo esperar el día para regresar y jugar», explica a The Detroit News.
Cuestión de evolución
Puede que el retorno de Reggie Jackson, aunque fuese pronto, no sirviese para nada de cara a este curso. No obstante, Stan Van Gundy entiende que si vuelve en breve podría ser muy beneficioso para que crezca la química entre Blake Griffin, Andre Drummond y su base. «Si regresa esta año sería muy valioso porque cualquier partido que comparta con Blake y Andre será extremadamente útil y ayudará a que el proceso avance. Por el momento ni ha entrenado con ellos», sentencia.