Remontada de Phoenix para finalizar el año con una sonrisa

El 19-39 inicial no hacía augurar nada bueno para los Phoenix Suns, quienes llegaban motivados tras su triunfo in extremis en Sacramento, y sí lo que podía parecer un encuentro plácido para Portland Trail Blazers a lo poco que lograran gestionar esa magnífica renta de casi veinte puntos generada tan pronto.

Pero entonces, los triples empezaron a caer. Y esa fue la principal diferencia entre dos equipos que cuidaron bien de la pelota durante toda la noche (ambos por debajo de las diez pérdidas) y no lograron romper el choque tampoco desde facetas como los puntos en transición o el rebote ofensivo.

Los Suns anotaron sólo un triple menos que los Blazers, pero para ello precisaron nueve intentos menos. La remontada fue construyéndose así, paulatinamente, desde el arco de tres. Y Kelly Oubre Jr. le puso el lazo a la velada lanzando besos a la grada del Moda Center, pues suyos fueron 7 de los triples (en 10 intentos) que enchufó su equipo, para terminar con 29 puntos.

A falta de 44 segundos el alero anotó el que colocaba el 120-114 y ponía el membrete a la remontada, haciendo así buenas también las grandes actuaciones de Devin Booker (33 puntos) y Ricky Rubio (18 tantos y 13 asistencias). El base español está distribuyendo el balón como no lo hacía desde sus primeros años en Minnesota, donde gozaba de libertad creativa total; este denso mes de diciembre lo cierra con 10,6 pases de canasta de promedio.

«Ha sido una derrota horrible», decía un afligido C.J. McCollum, autor de 25 puntos, cuyo habitual tándem con Damian Lillard (33 puntos) y el apoyo de un Hassan Whiteside implacable en los tableros (16 puntos, 22 rebotes y 3 tapones) terminó por ser insuficiente.

Ayton, clave desde el banquillo

DeAndre Ayton, en su tercer partido de la temporada y más allá de cualquier problema extradeportivo, dejó claro lo fundamental que es en una rotación que languidece en aquello que precisamente a él le sobra: poder e instinto para el rebote. En solo 20 minutos, partiendo de la segunda unidad, capturó 12, más que nadie de los Suns (Baynes atrapó 9 en casi media hora).

«Nos dio un extra de ritmo», decía Monty Williams sobre su first pick del Draft. «Los chicos confían en él, conscientes de su tamaño y talento atlético. No hemos tenido unas manos que dominen tanto por encima de los aros en mucho tiempo».

Carmelo Anthony, en una mala noche en el lanzamiento (4 de 16), mostraba su disconformidad tras dejar escapar un duelo que en su tramo inicial se descubría como un campo de rosas carente de espinas. «Ha sido duro partiendo de que arrancamos la noche extremadamente bien. Éste es uno de esos partidos que no puedes dejar escapar».

(Aún) todo es posible

Lo que estaba siendo, pues, un mes de diciembre aciago, termina con dos triunfos encadenados que permite a los Suns entrar en el 2020 (el cual harán debutar ante los Lakers mañana mismo) con un sabor de boca relativamente bueno y el optimismo de que, con Ayton de regreso en sus filas, el milagro de los playoffs vuelve a dejar de dibujarse como un imposible a susurrarse como un sueño nuevamente táctil.

Y los Blazers, precisamente, serán uno de sus rivales más duros (quizás el que más) en esta, todavía, larga carrera hasta abril.

(Fotografía de portada de Christian Petersen/Getty Images)


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