El 15 de diciembre, Robin Lopez se fracturaba la mano derecha en un encuentro ante los Spurs.
Una baja que acabaría notándose en poco tiempo para la pintura de Portland y que, unida a la temporal de LaMarcus Aldridge, convertiría su vuelta en una necesidad primaria.
Y anoche regresó. El pívot jugaría 25 minutos como titular para ayudar con 11 tantos en el triunfo de los Blazers ante los Jazz por 103-102, ayudando a los suyos tras haber perdido tres encuentros seguidos.
“No sólo ayuda al equipo titular, sino a todo el conjunto porque da opción a rotaciones. Todo el mundo ya ha regresado a lo que están acostumbrados, donde han jugado tanto tiempo”, dijo Wesley Matthews.
En la misma línea se expresaría Damian Lillard al señalar que “hoy todo el mundo estaba más cómodo sabiendo que él estaba ahí”.