«Este es el Rondo de playoffs». Eso es lo que se lleva escuchando días desde que el base fuese pieza clave para que los Pelicans pasasen por encima de Portland, y cuando decimos clave no solo nos referimos a un promedio de 11,3 puntos, 13,3 asistencias y 7,5 rebotes, sino a una labor defensiva que –junto a Jrue Holiday– ha hecho la vida imposible a Damian Lillard.
Bien. Todos estamos de acuerdo en que Rajon está realizando una fantástica post temporada, pero el hecho de que lo definan como un jugador que mejora su rendimiento en las eliminatorias no le gusta; es más, no lo soporta.
«Lo odio. No existe nada parecido al ‘Rondo de playoffs‘. He hecho lo mismo que hice en el pasado: permitir que mi juego hablase por sí mismo. Siento que cuando recibo cierta cantidad de minutos y los entrenadores me dejan ser yo mismo en la cancha, soy Rondo. No hay un ‘Rondo de playoffs’. Pregunta a cualquier jugador. Eres tan bueno como tu entrenador te permite ser», señala a Marc Stein de The New York Times.
En eso no se le puede quitar la razón. Alvin Gentry, su actual técnico, ha puesto el equipo en sus manos; tanto es así que en una reciente entrevista admitía haberle dicho que si pensaba que se debía hacer una jugada, pues se hacía aunque el entrenador (él mismo) hubiese pensado en otra. «Le dije que quería que él dirigiera el equipo, e incluso usé a Steve Nash como ejemplo», expresa en relación al MVP que entrenó como asistente en Phoenix.
Esa es la teoría, pero la práctica la está dejando hasta mal. Aunque Rondo rechace la idea de que su juego va a más en playoffs, lo cierto es que algo especial debe tener cuando tras quedarse 26 minutos durante la Temporada Regular, de pronto pasa a jugar 10 más en la post temporada; justo lo que ha ocurrido en este curso 2017-18. Pese a ello, insiste en que su carrera se ha labrado apretando los dientes en cada partido.
«No he tenido la mejor imagen pública durante mi carrera, pero en última instancia no puedes negar que soy un ganador. Si miras mi historial, no creo que se pueda llegar a ser cuatro veces All-Star solo a través de los playoffs. Debo haber hecho algo en temporada regular. Creo que eso de ‘Rondo de playoffs‘ es un mito, pero es verdad que me encantan los grandes momentos».
Futuro en la NBA
Con 32 años, a Rondo aún le queda mucho por demostrar sobre la cancha –lo primero si puede plantar cara a Stephen Curry ante un regreso que se atisba cercano–, pero no por ello deja de divisar un horizonte ligado plenamente a la NBA. «Quiero ser general manager, y quiero ser entrenador. Definitivamente quiero ser ambas cosas». A estas alturas cuesta imaginarlo, pero si es capaz de trasladar su visión de juego a la pizarra podríamos estar ante un técnico más que capacitado.