El éxito sobre el que se ha sustentado la carrera profesional de Rudy Gobert siempre ha estado ligado a sus capacidades defensivas. Sus tres premios al Defensor del Año y sus cinco apariciones en el Mejor Quinteto Defensivo de la liga son la mejor carta de presentación posible.
Este curso, además, estamos presenciando una versión impropia del center. Aquella que, aunque de forma tímida, recibe más balones en la pintura para, posteriormente, encarar el aro o abrir para un compañero. Todo ello sin abandonar su constante producción desde el bloqueo directo o su trabajo de contención en la zona.
Para sobreponerse a este esfuerzo en ambos lados de la cancha, Gobert ha protagonizado una pequeña transformación en el ámbito físico que le permita rendir al máximo nivel sea quien sea el rival y sea cual sea el momento del partido en cuestión. «Es muy importante para mí y me lo tomo muy en serio», afirmó el internacional francés en una reciente entrevista para el medio The Athletic. «Si no estás en forma, no importa lo bueno que seas como jugador. No importa qué habilidades tengas. Si no estás en forma, ¿cómo vas a ayudar a tu equipo? Esa es toda la motivación que necesito. Solo quiero salir y estar ahí para mi equipo y mis compañeros.»
Para ello, Gobert ha dedicado una especial atención a su dieta y rutina diaria. No consume muchos carbohidratos, solo come carnes magras y se alimenta de mucha fruta y verdura. Además, bebe una gran cantidad de agua y cuida las horas de sueño. «Me apasiona mi dieta. Intento comer alimentos que den más energía. Intento escuchar lo que mi cuerpo dice en todo momento.»
Los resultados individuales no se han hecho esperar. Gobert lidera la NBA en rebotes por partido (14,9), dobles-dobles (27) y puntos generados tras bloqueo (16,6), es segundo en tapones por partido (2,3) y octavo en eficiencia (25,74). En consecuencia, tanto Basketball-Reference como la propia NBA lo han incluido en el Top 6 de candidatos al MVP de la temporada.
De mantener su ritmo actual, Gobert tiene prácticamente asegurada su tercera participación consecutiva en el All-Star Game. Además, es un firme candidato para conquistar su cuarto galardón al Defensor del Año, algo que solo han logrado Ben Wallace y Dikembe Mutombo en toda la historia de la NBA.
El combustible utilizado como detonante para este desarrollo fue la dolorosa eliminación sufrida por los Utah Jazz en los pasados playoffs ante Los Angeles Clippers. Nada más consumarse esta, muchos críticos culparon al pívot de la debacle tras no poder hacer frente al small-ball planteado por Tyronn Lue.
«Acepto críticas todo el tiempo, todos los días», continuó Gobert. «Ha sido así durante toda mi carrera. Gente celebrando mis fracasos y muy callada cuando suceden cosas buenas. He trabajado mucho durante el verano. Solo quería seguir mejorando y ahora siento que puedo jugar mucho mejor. Por lo tanto, solo trato de concentrarme en disfrutar del juego y seguir mejorando.»
Así, el objetivo de estos Jazz y del propio Gobert no es otro que conquistar el anillo y hacer historia. «Como equipo, queremos lograr cosas que la gente recuerde en 20, 30 o 100 años. Para mí, solo espero que la gente se dé cuenta de que no soy el jugador que fui en mi año de novato. Quiero seguir evolucionando y mejorando para estar en la situación correcta para ganar.»
Todo ello sin dejar de disfrutar del camino y los pequeños éxitos del día a día. «También hay que disfrutar el proceso, ganes o pierdas. Aprender de ello y encontrar la alegría. Solía compararme con la gente. Ahora no me comparo con nadie. Solo trato de ser el mejor Rudy Gobert posible.»
(Fotografía de portada de Chris Gardner/Getty Images)