Ganarán o perderán, pero a los actuales Sacramento Kings, da igual lo anodinos que se presentasen al curso 2020/21 tras un mal mercado de agentes, disponen de piezas y talento para competir con cualquiera. Anoche, en un duelo tremendamente igualado, lograron imponerse (122-127) a una de las rotaciones más sólidas de la Liga, la de los Indiana Pacers.
Empezar diciendo que es todo un lujo ver jugar a Malcolm Brogdon y Domantas Sabonis; especialmente cuando lo hacen en combinación. Una de las parejas más sensacionales en el pick and roll del circuito, donde el ala-pívot además lo riega de estética con una plasticidad de pies y manos que recuerda al mejor juego interior de los años 80. Con esto los Pacers tienen suficiente para presentar batalla noche sí noche también (ayer, 52 puntos entre ambos) a la mínima que se les una cualquiera. Ante los Kings fueron Doug McDermott (21 puntos y 8 de 10 en tiros) y Víctor Oladipo, si bien este último mucho mejor desde la penetración (su punto fuerte de siempre) que desde el long range (2 de 11 anoche, estropeando algo su buen arranque de la temporada desde el triple).
Sin embargo, como decimos, anoche hubo rival. De’Aaron Fox parece dispuesto a ganarse, mínimo, el primer año de su monumental contrato desde primera hora. Dirige, encauza, y gana partidos. Frente a los Pacers, puso el sello a sus 21 puntos y 9 asistencias con este mate brutal.
El MATE de @swipathefox para cerrar el partido
— NBA Spain (@NBAspain) January 12, 2021
Sube volumen 😳 pic.twitter.com/jWbgkEKa7I
«El escudero» ideal
Y luego tenemos a Harrison Barnes, a quién hace tiempo le abandonó el hype, pero lleva dos años en Sacramento rindiendo que da gusto por debajo del radar. Firmó ayer un partido súper completo con 30 puntos y un 10 de 14 en tiros, metiendo además los ocho tiros libres que intentó. El alero, si nos fijamos, está anotando en este descorche de RS casi tanto como cuando era primera espada en Dallas (17,9 puntos), tirando mucho menos o, lo que es lo mismo, haciendo de su lanzamiento un arma mucho más eficaz. Sus porcentajes (53,1% en tiros de campo y 43,6% en triples) son espléndidos.
Richaun Homes (quien empieza a merecerse su propio artículo de análisis) sumó un doble-doble de 16 puntos y 10 rebotes, con dos tapones cruciales cuando el partido se dirimía en las acciones finales. Buddy Hield (18) y el rookie Tyrese Haliburton (12 puntos y un par de triples enchufados desde 8 metros) cerraron el círculo de integrantes de los Kings en dobles dígitos en anotación.
«Esta ha sido, probablemente, nuestra mejor victoria, por lo consistente de la misma», decía un satisfecho Luke Walton al término del encuentro. «No ha sido un partido con rachas buenas y malas, sino que hemos jugado un baloncesto regular y estable. Ganemos o perdamos, es así como debemos jugar».
(Fotografía de portada de Ezra Shaw/Getty Images)