Con su llegada a los Philadelphia 76ers, Daryl Morey ha seguido los pasos del que fuera uno de sus ayudantes en Houston. Sam Hinkie, con quien trabajó en los Rockets entre 2007 y 2013, ejerció de general manager en Pensilvania entre 2013 y 2016, firmando un balance de 47-195 con el que dio lugar al famoso The Process, un trabajo que su ex socio tratará ahora de culminar. Hinkie, que fue entrevistado recientemente por Pablo Torre en ESPN Daily, reconoció que dicha noticia le emocionó desde el primer momento.
«Estaba y sigo estando entusiasmado» afirmó. «Son grandes noticias. No es un buen fichaje, es un grandísimo fichaje. Es realmente un grandísimo movimiento para la franquicia, una franquicia a la que tanto yo como muchas otras personas nos sentimos muy unidos. Creo que puede aportar muchas cosas a los 76ers, que siguen siendo muy importantes para mí. Estoy muy emocionado».
Sin ganas de volver
Desde que abandonó la franquicia en 2016, Hinkie ha dejado de estar vinculado al mundo del deporte, y actualmente se encarga de gestionar su propia empresa de capital riesgo. En la entrevista, se le preguntó si tenía intención de regresar a la NBA en algún momento, pero reconoció que es algo que no le llama en absoluto.
«Cero» dijo respecto a las posibilidades de que se diese dicho retorno. «Es un capítulo de mi vida que ya he cerrado».
Sam continuará por tanto siendo un aficionado más de los 76ers, aunque podrá sentir como suyos los éxitos de la franquicia. Al fin y al cabo, pese a sus cuestionables métodos, es el responsable de que Joel Embiid y Ben Simmons vistan actualmente los colores de Philadelphia, un dúo al que veremos cuánto tiempo da Morey para terminar de funcionar.
(Fotografía de portada: Lisa Lake/Getty Images)