Con sólo tres partidos disputados en la pretemporada, Scott Skiles ya sabe lo que quiere que mejoren sus Orlando Magic: la agresividad en ataque.
Durante dichos encuentros, los de Florida lanzaron 51 tiros libres, cifra que baja hasta los 8 en el caso del partido ante Indiana Pacers. Skiles no está nada conforme con ese número, es más, cree que desde ya deben provocar muchas más opciones para ir a la línea de personal.
«Hablamos sobre ello durante el partido y sabemos que no puede ser así. Perdimos nuestro ritmo y distancia. Normalmente, cuando algo así sucede, a menos que tengas un gran jugador que te rescate, no vas a conseguir levantar el partido», explica en declaraciones recogidas por Orlando Sentinel.
Problema heredado
La realidad es que los Magic llevan tiempo con dificultades de cara a conseguir tiros libres a su favor, algo que queda recalcado por las estadísticas de la campaña pasada, cuando con 19,1 lanzamientos por partido fueron el último equipo de la NBA.