Sean Marks califica de insuficientes las disculpas de Irving

Cuando parece que la situación con Kyrie Irving y los Nets ha alcanzado su límite, la realidad abre nuevos frentes a cada día que pasa. En los últimos diez días el jugador ha recomendado una película con contenido antisemita, ha esquivado las disculpas después de ser señalado por la prensa, ha sido llamado a tomar responsabilidades por Adam Silver, Brooklyn le ha suspendido un mínimo de cinco partidos y, al fin, ha pedido perdón a través de su cuenta de Instagram. De todas las peripecias de Kyrie, esta es la que más se ha salido del tiesto. Tanto que a Sean Marks, su general manager, el perdón le resulta insuficiente.

Evidentemente, el directivo piensa que es un paso en la buena dirección. No obstante, exige algo más de Irving. «Después de algo así esperas un cambio de conducta y pensamientos. Las acciones hablan más alto que las palabras». El base también ha llevado a cabo ciertas acciones para enmendar su error. Donando medio millón de dólares a una organización que ayuda a concienciar y luchar contra la discriminación hacia la población judía. Dicho organismo no aceptó el dinero de Kyrie porque no lo percibían como algo dinero luego de que el jugador ni siquiera se personara en la entrega del cheque. En su lugar envió a gente de su círculo.

Todo este asunto amenaza con soterrar la reputación de Irving hasta el punto de poder costarle su carrera NBA o, por lo pronto, su estancia en los Nets. Conociendo lo delicado de la situación, Marks ha aclarado que de momento no piensan ni han pensado en rescindir su contrato. El terreno está lo suficientemente pantanoso para que Kevin Durant salga a rueda de prensa y a los pocos minutos tenga que rectificar sus palabras a través de Twitter. Delante de los micrófonos decía que «No estoy aquí para juzgar a nadie. Siento que todo esto es innecesario. Siento que podríamos seguir jugando al baloncesto y mantener la tranquilidad como organización». Al rato, su mensaje en redes sociales venía a aclarar sus palabras: «No condono el discurso del odio o el antisemitismo. Nuestro juego une a las personas y quiero asegurarme de que eso permanece en primer plano».

Desde hace algo más de un año, los Brooklyn Nets han tratado de apagar todos los fuegos que iban surgiendo en la franquicia para poco después abrazar la llama. Ya se posicionaron contra la decisión de Irving con la vacunación para retroceder en su decisión cuando las cosas comenzaron a torcerse en cancha. Quizás lo hagan con la esperanza de que cada vez sea la última y puedan alcanzar la tranquilidad deseada. Pero si algo nos ha enseñado esta franquicia, es que la historia está condenada a repetirse. Más si cabe si ellos mismos se sitúan en el ojo del huracán.

(Fotografía de portada de Dustin Satloff/Getty Images)


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