Simmons tras anotar un solo punto: «Pensé demasiado»

Ben Simmons venía cincelando unos playoffs a la altura de lo que será proclamado (salvo sorpresa) en breves: Rookie del Año.

15,7 puntos por encuentro, y líder absoluto de una franquicia que derrotó en primera ronda a otra de alcurnia como eran los Miami Heat de Erik Spolestra.

Cero tiros de campo

Ayer, en el segundo encuentro de semifinales ante Boston Celtics, en el que sus 76ers sufrían una gran remontada y veían como la serie viaja al Wells Fargo Center con un 0-2 adverso, el novato se quedaba sin anotar un solo tiro de campo. Cerró el partido con un punto en su casillero, el cual vino desde la línea del tiro libre, la cual visitó en tan solo en una ocasión.

En los seis choques anteriores (cinco ante Miami y uno ante Boston), Simmons había anotado una media de 5,4 canastas por encuentro y lanzado desde la personal 6,6 veces. Anoche no existió ese jugador. Distintas versiones de los hechos.

‘El plan’ de Stevens

«Fue una labor de todos», decía un exultante Marcus Smart tras el 0-2 y recoge ESPN. «Le realizamos distintos marcajes y le empujamos a hacer lo que nosotros quisimos».

Brad Stevens no iba a mantenerse impasible ante el que está siendo el motor principal del conjunto de Philadelphia. En el primer asalto, a pesar de imponerse por 16 puntos, Simmons volvió a descolgarse como uno de los rivales más prolíficos, con 16 tantos y 6 asistencias, lanzando por encima del 50%.

Algo debía cambiar en el Game 2 si quería mermar al hombre más versátil de Brett Brown. Para ello apostó por la vía del desgaste. Los Celtics, con más de un jugador capaz de rendir en defensa ante Simmons (Brown, Tatum, Smart…), diseñaron un marcaje variable para tratar de frenar las acometidas del australiano.

Ese fue uno de los pilares. El otro consistió en «no atosigar» al point guard desde el inicio de la posesión.

Simmons carece al completo de tiro de tres (por ahora) y su tiro en suspensión de media distancia lo practica de manera poco usual y con un éxito muy relativo. Así pues, sin llegar a flotarle ni plantar defensa zonal, los jugadores de los Celtics reculaban dos-tres metros, conscientes de que el recurso predilecto y letal del rookie es la penetración. De este modo, podían llegar con mayor solvencia a intimidar la finalización (ya fuera bandeja o intento de mate) reduciendo así en gran medida su eficacia.

Simmons: él mismo

Funcionó. Y de qué modo. Aunque el susodicho alega otra versión.

«Creo que básicamente fue cosa mía. Mentalmente, pensé las cosas demasiado. No logré fluir y jugar de la manera que me gusta jugar, que es muy libre», aseveraba el jugador. «Obviamente creo que los Celtics traían su plan, sé cual es su plan, pero yo debo hacer mi juego».

Incluso, va más allá. Interrogado por si el aspecto físico, en forma de férrea defensa del conjunto de Boston, fue lo que mermó su juego, lo negó en absoluto, rompiendo una lanza a favor de su anterior rival y víctima. «Creo que la forma en la que los Heat jugaron [marcándome] no tiene nada que ver con la de los Celtics. Físicamente, en Miami estaban a otro nivel».

Ahora la serie continuará en casa, al abrigo de su público, por los dos próximos partidos. Simmons es optimista. «Voy a tener malos partidos. Es algo que ocurre. Pero ahora jugaremos en casa».

«Honestamente, no estoy demasiado preocupado. Sabemos lo que tenemos que hacer para ganar. Ellos son un buen equipo y tienen un gran entrenador. Así que tenemos que asegurar nuestro juego», añadía en rueda de prensa Joel Embiid, artífice de 20 puntos y 14 rebotes.


EXTRA NBAMANIACS

Nuestro trabajo en nbamaniacs es apoyado por lectores como tú. Conviértete en suscriptor para acceder a beneficios exclusivos: artículos especiales, newsletter, podcast, toda la web sin publicidad y una COMUNIDAD exclusiva en Discord para redactores y suscriptores.