Spencer Dinwiddie ha roto a jugar tras su llegada a los Mavericks. Tras meses turbulentos en Washington, en la organización de Texas se está viendo su mejor versión para ser clave en el buen hacer del equipo, el cual firma un balance de 9-2 desde su aterrizaje. Cuestionado por su nueva situación, el guard agradece la confianza depositada en él.
«La gente decía que era un mal tipo, decían que estaba mal… Y todo eso después de jugar solo 30 partidos saliendo de una lesión de ligamento cruzado en la rodilla. Todo eso apesta. Nico Harrison (general manager de Dallas) no tenía que tener esa fe en mí. No tenía que apretar el gatillo, especialmente con un jugador del calibre de Porzingis, un jugador de calibre All-Star. Como dije, aprecio lo que ha hecho», comenta.
A su buen juego, el cual se traduce en un promedio de 17,9 puntos con un 50% en tiros de campo, suma el hecho de estar siendo decisivo en los instantes finales de los partidos. Tanto frente a Boston como jugando contra Brooklyn logró sendos triples que dieron el triunfo a los Mavs. Según ESPN Stats, ha logrado seis canastas para poner por delante a su equipo en los 10 últimos segundos de partido en las últimas cinco campañas. Eso le sitúa en tercera posición empatado con Nikola Jokic y solo por detrás de DeMar DeRozan. Pese a tal dato, Dinwiddie entiende que es Luka Doncic quien debe decidir si darle el balón o no en momentos clave de los partidos.
«Es mérito suyo. Como súper estrella, está todo bajo su control, en su poder. Puedes hacer que las personas se sientan queridas o puedes hacer que sientan que no las quieren. Puedes confiar en ellas, no confiar en ellas… Él es la superestrella. Podría haber hecho lo que quisiera», comenta alabando al jugador esloveno.
(Fotografía de Maddie Meyer/Getty Images)