Detroit Pistons y Los Angeles Clippers han cerrado la que es por ahora la bomba de este fin de mercado de traspasos. En cuestión de horas saltó el rumor y se certificó: Blake Griffin dejaba California para tomar rumbo a Michigan.
Como pasa con todo gran intercambio, los análisis sobre quién gana y quién pierde se han ido sucediendo durante el día. Hay quien cree que salen beneficiados los Clippers al recibir un paquete interesante de jugadores más una primera ronda, y hay quien piensa lo contrario, que lograr un cinco veces All-Star como Griffin supera lo perdido. Como no puede ser de otra forma, Stan Van Gundy está con los segundos.
«Nuestra idea era la siguiente: lo más complicado en esta liga es conseguir una estrella contrastada. Es realmente difícil, tanto en la agencia libre como a través de un traspaso. Tienes muy pocas oportunidades de conseguirlo. Hablamos de un cinco veces All-Star. Ha sido uno de los 15 mejores jugadores de esta liga y tiene solo 28 años. Conocemos el historial de lesiones, ese es el riesgo, pero merece la pena por el talento que conseguimos», comentó tras el último entrenamiento.
La realidad es que el intercambio ha llegado después de que Detroit haya perdido ocho partidos consecutivos, por lo que hacer algo para dar un giro al rumbo del equipo era lógico. Sin embargo, el entrenador de los Pistons insiste en que hubiesen tomado la misma decisión independientemente de la situación deportiva.
«Si llevásemos diez triunfos seguidos y Blake hubiese estado disponible, habríamos hecho lo mismo. Si no existiera el riesgo, si no tuviera este historial de lesiones, no estaría al alcance. Así que nos arriesgamos para conseguir este talento. Nunca hemos tenido la oportunidad de conseguir una de las primeras elecciones del Draft. La selección más alta de nuestra plantilla es un número 8. Eso es raro en esta liga. Apareció la oportunidad y la aprovechamos».
Tiempo de adaptación
Uno de los grandes retos que vivirá Detroit en las próximas semanas es el de compaginar al actual Andre Drummond con el juego de Blake Griffin. Los Pistons, que hasta ahora contaban con una única presencia fuerte bajo los aros, variarán ostensiblemente su propuesta. Como no podía ser de otra manera, Van Gundy entiende que verles funcionar juntos llevará tiempo.
«Va a ser un ajuste importante para Andre porque este año hemos hecho que todo el juego pasase por él. Ahora obviamente no será así. Realizaremos muchas jugadas con Blake y él estará fuera del balón. Será algo diferente y requerirá de varios ajustes», concluye.