Más allá de correctivo que recibieron en el Oracle Arena por parte de Milwaukee Bucks, los Warriors se llevaron el primer susto de la temporada cuando Stephen Curry se vio obligado a abandonar la cancha mediado el tercer cuarto.
El base de la franquicia de Oakland bajó a defender un contraataque de los de Wisconsin tras el que se llevaría la mano al aductor izquierdo. Pensando en no tomar riesgo alguno, Steve Kerr decidió dejarlo fuera del partido hasta saber el alcance exacto de la dolencia, algo que ya se conoce si bien con no plena exactitud.
Según ha informado Golden State, la resonancia magnética a la que ha sido sometido ha desvelado que sufre una distensión entre leve y moderada en el aductor izquierdo. Sin dar un calendario exacto para su regreso, la gerencia ha anunciado que continuarán evaluándolo en los próximos días, si bien ya es seguro que no estará el sábado ante Brooklyn Nets. He aquí el momento de la lesión.
Steph won't return with a left adductor strain which may have happened on this play. pic.twitter.com/gf3zmeTll0
— Warriors on NBCS (@NBCSWarriors) November 9, 2018
Un gran inicio
Curry, quien ya se perdió 11 partidos el curso pasado por un esguince de tobillo, sufre este contratiempo cuando se encontraba en plena forma. El dos veces MVP promedia hasta el momento 29,5 puntos, 6,1 asistencias y 5 rebotes con un 49,2% en triples. Para llegar a tales guarismos ha superado los 30 puntos en seis ocasiones y se fue hasta los 51 ante Washington Wizards el 24 de octubre.