Golden State Warriors será un nuevo equipo en esta temporada 2024-25 de la NBA. Ya sin Klay Thompson, pieza clave en una dinastía que ha conseguido hasta cuatro anillos desde 2015, todo hace indicar que ha llegado la hora de que el clásico sistema del equipo dirigido por Steve Kerr sufra profundas variaciones; y no lo decimos nosotros, sino el propio Stephen Curry.
«Llego a este training camp con la mente abierta sobre cómo se supone que debemos jugar. Sé que hay una mentalidad y una cultura de los Warriors sobre cómo hacemos las cosas, y hay un sistema que hemos implementado durante más de una década y que ha funcionado. No significa necesariamente que así sea como este equipo necesita jugar ahora. Tenemos que tener las antenas listas y estar preparados para aceptar cuáles son las fortalezas de este equipo, cuáles son nuestras debilidades y aprovecharlas», explica en el media day de la organización californiana.
Lo cierto es que el debate que abre Curry llevaba tiempo asomando. Pese a que se consiguió de manera brillante el anillo de 2022, los cambios que ha ido sufriendo la plantilla hacían entender que quizás llevar a cabo en plan de juego que les hizo campeones ya no era posible. Claro que era (y es) complicado aceptarlo, pero el adiós de Klay parece que les empuja directamente a tomar un nuevo rumbo.
Más allá de la marcha de Thompson, los Warriors han hecho diversas incorporaciones entre las que destaca Buddy Hield, uno de los mejores tiradores de la Liga y que podría por tanto hacer el papel (en parte) del ahora jugador de Dallas. Y también se han reforzado con Kyle Anderson y De’Anthony Melton. ¿Quiere decir esto que deban seguir encorsetados en el sistema de la última década? Ya ha dejado claro Curry que no.
(Fotografía de Ezra Shaw/Getty Images)
