Stephen Silas ‘se carga’ a los rookies para ganar partidos

Stephen Silas tomó los mandos de Charlotte Hornets desde que Steve Clifford se vio obligado a dejar el puesto de entrenador jefe por enfermedad. Desconocemos si podrá regresar o en qué momento se daría ese supuesto, pero lo que no deja lugar a dudas es que a Silas –con más o menos acierto– no le tiembla el pulso.

Contra Portland Trail Blazers los de Carolina del Norte sufrieron una nueva derrota. No se trata de una sorpresa, ya que han caído en ocho de sus diez últimos compromisos, pero sí lo es que esta llegase sin que ninguno de sus rookies, Malik Monk y Dwayne Bacon, disputasen un solo minuto, algo que no había pasado en toda la temporada.

Nada más concluir la contienda Silas fue cuestionado al respecto. Fue meridianamente claro. Con ellos en pista es más difícil ganar… «Estoy acortando la rotación porque necesitamos algunas victorias. No es momento de desarrollar ni de regalar minutos. Se trata de ganar y mis rotaciones serán más cortas durante un tiempo hasta que recuperemos el rumbo», sentenció.

Los motivos están sobre la mesa, pero la efectividad del plan vive en entredicho. Sin dar rodeos. El mejor momento del equipo llegó cuando ambos novatos disponían de más minutos. Fue justo al empezar la temporada, Bacon incluso disfrutó de alguna titularidad y los Hornets arrancaron con un balance de 5-3. Por entonces Bacon promediaba 23,5 minutos y Monk 22.

Ahora pasamos al momento en el Silas coge el equipo. Desde el 6 de diciembre, día que se le designó como entrenador jefe interino, Charlotte acumula un balance de 1-6. En ese periodo Bacon promedia 9,2 minutos, sin contar las dos últimas noches que ha pasado en blanco; y Monk 9,6, con el último partido sin saltar a la cancha. Entonces, ¿son ellos el problema?

La realidad es que los Hornets viven inmersos en una crisis que supera con creces la aportación de los rookies. Han llegado derrotas lógicas como ante Warriors o Rockets, pero perder en casa ante Chicago o ser claramente superados por Lakers no entra en los planes, al menos no en los de un equipo que parece seguir trabajando para colarse en playoffs.

Terror a los finales apretados

El clutch no es cosa de los Hornets. Contra los Blazers Kemba Walker tuvo hasta tres oportunidades para poner por delante a lo suyos en el último minuto y fue incapaz. Ante esa falta de tino para decidir un choque en las postrimerías no extraña que lleven 13 derrotas consecutivas en partidos que se deciden por 3 o menos puntos. Según Elias Sports es la peor racha en la era del triple (iniciada en el curso 1979-80) igualando a la vivida por los 76ers en la campaña 2015-16. Una más y tendrán el récord absoluto.


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