Y decimos susto porque todavía no han pasado las suficientes horas para decir nada más. Es pronto para saber si el temor es o no infundado. Lo áspero del vídeo choca con las declaraciones posteriores del jugador y su técnico, tranquilizadoras.
Por lo tanto, únicamente queda esperar a que la ciencia diga. Gary Harris tiene una resonancia electromagnética como único evento importante del día. Solo entonces sabremos si la fea caída sobre su rodilla derecha reviste gravedad.
«Está un poco inflamada ahora. No sé que es», decía Harris al término del encuentro. Mike Malone, vía BSN Denver, calmaba a los aficionados asegurando que Harris desprendía buen humor en las duchas.
Sucedió anoche, en la importante victoria de los Nuggets sobre los Pistons por 120-113. Victoria que por ahora, por cierto, no les basta para volver a puestos de playoffs. Harris llevaba 11 puntos en 28 minutos cuando tuvo lugar el lance que le forzó a abandonar el encuentro; pero esa cifra no refleja fielmente lo que el escolta es: el mejor anotador de los Nuggets.
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— NBA Philippines (@NBA_Philippines) 16 de marzo de 2018
Nikola Jokic es el DaVinci de Colorado. Un ser polifacético capaz de capturar, repartir y ejecutar el juego de su equipo.
Harris, más especialista, también hace lo que tiene que hacer. En este caso encestar, y lo hace más que nadie en su vestuario: 17,7 puntos esta temporada. Por el bien del futuro inmediato de su franquicia, a la que le queda un agónico mes de exámenes finales, los médicos traigan buenas nuevas.