Taurean Prince es nuevo jugador de Minnesota Timberwolves. El alero entró en el traspaso de Ricky Rubio e inicia ahora una aventura desde cero en el Conferencia Oeste. A priori, siendo dos conjuntos que llevan años sin entrar en playoffs, se puede entender que el cambio es mínimo, pero para Prince supone mucho más que eso, ya que coincide con haber dejado atrás un problema serio en el tobillo que le llevaba persiguiendo años. Ahora la perspectiva es bien distinta, ha pasado por que quirófano para someterse a una artroscospia y está listo para dar su mejor versión.
«Fue algo así como una sorpresa agradable. Sabía que los muchachos que teníamos aquí (Minnesota) habían mejorado, así que estaba emocionado de ser parte de algo nuevo… Me gustan los desafíos, y este es genial», comenta sobre este nuevo paso en su carrera, antes de admitir que desde el curso 2018-19 ha habido momentos en los que el dolor en su articulación ha sido insoportable.
«Solo se trata de desafíos mentales. Superar eso me ha puesto en una gran posición para seguir siendo positivo a pesar de todas las cosas malas. Me operaron hace unos meses. Comencé la rehabilitación en el momento en que pude caminar, y ahora me siento mejor».
La gran pregunta en su caso es por qué ha esperado tanto. Si tan seguro estaba de que su estado mejoraría notablemente con un cirugía leve y unos meses de rehabilitación, ¿qué le frenaba para llevarlo a cabo?
«Si hubiera dependido de mí, me habría operado durante mi primer año en Brooklyn, pero hice un sacrificio. No solo por la organización, sino por mí mismo. Estaba tratando, obviamente, de lograr un nuevo contrato. Podría haberlo hecho, nuevamente, en Cleveland, pero una vez más me sacrifiqué por la organización y por mí mismo para intentar llegar a playoffs. Pero no me arrepiento. Lo haría todo igual de nuevo».
Consiguió su objetivo. En octubre de 2019 sellaba un acuerdo de extensión de contrato dos años y 25 millones de dólares, del cual aún le resta la segunda temporada. El próximo verano será agente libre, pero no es algo que le preocupe en el presente, ya que se ve realmente bien. «Me siento más saludable de lo que me he sentido en los últimos dos años, y estoy muy cerca de donde estaba antes de lesionarme», concluye.
(Fotografía de Maddie Meyer/Getty Images)