La llegada de Terry Rozier a Charlotte Hornets no fue exactamente un deseo del jugador. Los Celtics, tras perder a Kyrie Irving en la agencia libre, cerraban un sign-and-trade con los de Carolina del Norte en julio de 2019 para hacerse con los servicios de Kemba Walker; movimiento que a su vez dio salida a un Rozier que por entonces llevaba cuatro campañas en Boston para convertirse en una pieza importante de la rotación.
Desde aquel intercambio han pasado dos temporadas que han servido para que Rozier se asiente en los Hornets y venza cualquier reticencia inicial que tuviese, y es que tras renovar este verano por cuatro años y 97 millones de dólares, admite que en un primer momento no tenía muy claro cómo le irían las cosas.
«Cuando llegas aquí por primera vez, simplemente no sabes qué esperar. Estás en un segundo plano tratando de averiguarlo todo. Luego avanzas rápido hasta el presente y realmente me encanta. Me encanta. Es un lugar tan pacífico. La gente es tan agradable. Digo eso todo el tiempo. Es algo diferente a lo que estaba acostumbrado y me encanta», comenta a Rod Boone de The Charlotte Observer.
Rozier, quien el curso pasado promedió 20,4 puntos, 4,4 rebotes y 4,2 asistencias, ha alcanzado el estatus de líder dentro del equipo; tanto es así que organizó una reunión de equipo del 6 al 10 de septiembre con entrenamientos y momentos de convivencia. El guard está encantado con la respuesta que tuvo la plantilla.
«Lo significa todo simplemente por el hecho de que todos estaban allí. Incluso si nos reuniéramos todos en Miami y no hiciéramos nada, solo el hecho de que todos acudieron y estaban comprometidos con lo que estamos haciendo de cara a la temporada… lo es todo. Les dije que ese era el comienzo. Creo que ningún equipo ha hecho eso tan temprano. Realmente se está uniendo y tratando que las cosas funcionen. Me alegro de que todos se hayan comprometido. Los 16 chicos estaban allí. Lo mismo que hicimos hoy es que hicimos en Miami», sentencia.
(Fotografía de Jared C. Tilton/Getty Images)