El líder de los Hawks, porque nadie a estas alturas puede discutir que los mandos de Atlanta son suyos, bordó una actuación ofensiva memorable que condujo a los de Georgia a un prestigioso triunfo en Denver (121-125). Trae Young sumó 42 puntos, su mejor trabajo del curso y su segunda mejor anotación de siempre tras los 49 obtenidos el 1 de marzo en Chicago. Es la segunda vez que llega al menos a los 40 puntos en un partido. Además, 8/13 en triples y 11 asistencias.
Al ritmo de Young
Verle jugar es verle bailar sobre la pista. Suena a tópico, pero es que baila, danza. Literalmente, sí. El partido arrancó con fuerza para Denver y un parcial de 14-5 parecía que traía una noche plácida a Colorado. Y nada de eso. En cuanto Young se puso a la faena, con asistencias, con penetraciones, con triples lejanos marca de la casa, el panorama cambió. Por momentos incontenible e incombustible, Atlanta se sentía mejor conforme su hombre afinaba y afinaba. Al descanso nada se parecía a lo visto al inicio. Los Hawks jugaban al ritmo veloz de Young y tras el 34-25 del primer cuarto para los locales, el camino a los vestuarios enseñaba un bien distinto 54-63.
A la vuelta de los vestuarios, un poco más de show de Young, con un caño incluído a Will Barton. La mala noticia, la lesión en la mano de Kevin Huertel en una acción con Nikola Jokic. Lejos de sucumbir a la potencia del rival, Denver fue poco a poco reduciendo la distancia para igualar el asunto 101-101 con muchos minutos por celebrarse del último cuarto. Sin embargo, cuando más sufría Atlanta, otra vez Young. Y fin de la cita.
Atlanta, 4-6, sigue con todas las opciones intactas de playoffs, en la pomada de momento del Este. Los Nuggets, 7-3, son quintos del Oeste.
(Fotografía de portada: Matthew Stockman/Getty Images)