Parece que el descanso le ha sentado bien. Kobe Bryant consiguió el 21º triple-doble de su carrera para llevar a los Lakers a la victoria en Denver por 103–111.
Bryant cerró la noche con 23 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias —con 11 tiros en total y 9 pérdidas— en casi 32 minutos de juego en el que fue su segundo partido tras haber descansado durante tres encuentros consecutivos la pasada semana. Esos días los aprovechó también para reflexionar sobre su juego.
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“Ya veis ahora, muy, muy eficiente”, explicó Bryant. “Sé exactamente donde quiero ir. Consigo mi lugar en la pista. No trato de batir a los jugadores con rapidez. Posteo, voy a mis zonas y me elevo sobre ellos. Tipo al antiguo Oscar Robertson”.
Jeremy Lin, autor de 4 puntos y 4 asistencias, estaba maravillado con su compañero.
“Ha parecido muy fácil para Kobe conseguir el triple-doble”, dijo. “Tiene tanto talento… Ha perdido algo de su atleticismo. No es el mismo, en términos de explosividad o que su cuerpo se está recuperando o lo que sea. No es un secreto. Pero encuentra formas de ser efectivo. A la vez que evoluciona tu cuerpo, tienes que evolucionar como jugador”.
El partido
Los Lakers parecían tener todo controlado con ventajas que llegaron hasta los 23 puntos en el tercer cuarto, pero los Nuggets lucharon y lograron reducir distancias hasta ponerse a 5 puntos con menos de 4 minutos por jugarse en el partido.
En ese momento tres tiros libres de Bryant tras una técnica a Nate Robinson y después una nueva técnica señalada también a Robinson por una jugada en la que Ed Davis terminó con la nariz rota, congeló el partido.
Carlos Boozer prosiguió en su buena línea con 19 puntos y 9 rebotes desde el banquillo y Ronnie Price llegó hasta los 18 tantos. El equipo de Byron Scott estableció su mejor marca de asistencias en la temporada al lograr 31 pases de canasta.
Ty Lawson y Jusuf Nurkic fueron los máximos anotadores de los Nuggets con 16 puntos cada uno.