El novato de los Philadelphia 76ers, Tyrese Maxey, está protagonizando una temporada de debut en la NBA repleta de altibajos. Durante seis partidos en el mes de enero promediaría 18,8 puntos en 30,4 minutos por partido, con un tope de 39 tantos ante Denver. En febrero, sin embargo, solo disputaría diez encuentros con una media de 10,5 minutos.
Si bien es cierto que los protocolos de salud y seguridad por el COVID-19 y las lesiones han impulsado su importancia en tramos puntuales del curso, el novato ha tenido que hacer frente a las dificultades que supone dar el salto a la NBA. Y hacerlo, además, como componente de una de las plantillas más potentes de la liga.
En esta situación y teniendo en cuenta el alto grado de competencia interna, Maxey ha seguido una postura madura y consecuente con su situación: hacer lo que su entrenador le pida de la mejor forma posible y aprovechar al máximo el tiempo en pista.
«Hay altibajos», admitió el novato según el medio USA Today. «Nunca te vengas demasiado arriba ni tampoco te dejes llevar. Y eso es lo que tiene que acompañarte toda tu carrera, especialmente durante la temporada de rookie.»
Un estreno que Maxey está superando con nota a pesar de lo difícil que es rascar minutos a los titulares y veteranos. El antiguo alumno de Kentucky está promediando 7,4 puntos y 1,5 asistencias en 14,7 minutos. Y más importante que los números, ha demostrado ser una potencial vía de anotación alternativa para los 76ers.
«La temporada va muy bien», añadió Maxey. «Estamos empatados en la primera posición de la Conferencia Este y estamos jugando como un verdadero contender. Yo salgo, compito e intento ayudar a mi equipo, ya sea en la cancha o animando desde el banquillo. Iré hacia adelante.»
De momento, lo visto en Philadelphia ha gustado. Y mucho. Tanto que Daryl Morey no quiso incluir su nombre en la oferta de los Raptors por Kyle Lowry, la cual lo incluía a él y a Matisse Thybulle, otra de las grandes perlas de futuro del equipo.
(Fotografía de portada de Tim Nwachukwu/Getty Images)