La carrera NBA de Shaedon Sharpe se está complicando por momentos. Tras un buen año de novato y un más que prometedor inicio en su segundo curso como profesional, el escolta de Portland Trail Blazers vio como un problema abdominal no solo le obligaba a parar, sino que ponía fin a su participación con la organización de Oregon en el mes de enero. Pues bien, ahora es el hombro izquierdo el que le convierte en baja para un periodo que comprenderá entre las 4 y las 6 semanas.
Sin duda es un nuevo varapalo para el jugador de 21 años. Superada la dolencia en el abdomen, encaraba la nueva campaña con la ilusión de retomar su carrera donde lo dejó. Y no era mal punto, ya que en invierno estaba promediando 15,9 puntos, 5 rebotes y 2,9 asistencias por noche. Podrá volver a ese nivel (y superarlo), por supuesto, pero no será ahora.
Aunque es pronto para hacer juicios definitivos, lo cierto es que tener dos lesiones en tan corto periodo de tiempo despierta ciertas suspicacias sobre si su físico está preparado para aguantar el ritmo de una competición tan exigente como la NBA. Hace unos nueve meses pasó por el quirófano por una distensión abdominal que se complicó, y ahora hablamos de un desgarro del labrum posterior en su hombro izquierdo. No son problemas que retiren a nadie, pero sí que pueden frenar la progresión de cualquiera.
Y justo eso es lo que preocupa en Portland. Los Blazers viven centrados en desarrollar a sus jóvenes valores y, si alguno crece tanto como para hacerse indispensable en el lugar de Sharpe, este deberá remar más de lo previsto para alcanzar el lugar que, por talento, le corresponde.
(Fotografía de Amanda Loman/Getty Images)
