Jamal Murray definió anoche a la perfección lo que es ser decisivo. Cuando el marcador apretaba, cuando la remontada de Lakers parecía posible, la estrella de Denver destapó el tarro de las esencias enlazando tres ataques sublimes –triple desde nueve metros incluido– para echar la llave a un partido que los de Colorado terminaron llevándose por 114-106, logrando así su primer triunfo en las finales de la Conferencia Oeste.
Y es que estos Nuggets jamás se rinden. Ni el duro varapalo sufrido en el Game 2 con el triple sobre la bocina de Anthony Davis les ha hecho recular. Al contrario, han dados otros dos pasos al frente. Sabedores de que caer nuevamente hubiese supuesto su casi segura eliminación, a los chicos de Mike Malone se les vio con energías renovadas en un encuentro que empezaron a dominar al inicio del segundo cuarto, momento desde el que nunca perderían el liderazgo en el electrónico.
Con una fantástica aportación de los secundarios, no en vano Jerami Grant se fue hasta los 26 puntos mientras que Monte Morris ponía otros 14 desde el banquillo, los de Colorado se despegaron hasta los 17 puntos de renta en el segundo cuarto, llegando a alcanzar los 20 al comienzo del último (mayor desventaja que han sufrido los Lakers en playoffs). Para entonces la noche parecía apacible para ellos. Las canastas no paraban de llegar mientras se sentía cierta frustración en los angelinos. La cuestión es que estos convirtieron tal desesperación en gasolina para impulsar una reacción final que a punto estuvo de dar sus frutos, y es que del 97-77 a favor de Denver a falta de 10 minutos pasamos al 99-96 a falta de seis con un genial LeBron James, quien acabaría con un triple-doble de 30 puntos, 10 rebotes y 11 asistencias.
Era un momento decisivo para la serie. Si Denver no reaccionaba, si los nervios les atenazaban… podíamos estar ante el principio del fin para ellos. No fue así. Apretaron atrás mientras que Jamal Murray se encargó de finiquitar el choque al otro lado de la cancha. Con poco más de dos minutos por jugar y estando únicamente cuatro puntos arriba, metió un triple antológico a la media vuelta. Después asistió sin mirar a Paul Millsap. Y para llevar la locura a los aficionados de los Nuggets, concluyó su obra con un triple desde nueve metros. Game over y 2-1.
«Tal vez puedan vencernos por 20 o 30 puntos, incluso pueden ganarnos con un último tiro, pero simplemente no podemos rendirnos. El esfuerzo siempre debe estar ahí», comentó Jokic, autor de 22 puntos y 10 rebotes. Murray por su parte ve al equipo con opciones de dar la vuelta a la serie. «Siendo honesto, sentimos que deberíamos estar 2-1 arriba en este momento. Ahora simplemente vamos a por el Game 4».
Lakers, reacción tardía
Así es. Tras dos cuartos en los que los angelinos parecieron por momentos desubicados, supieron reponerse y en vez de dar el partido por imposible y pasar mentalmente al siguiente –era lo más fácil–, se pusieron el mono de trabajo para meter el miedo en el cuerpo a Denver. No consiguieron completar la hazaña, pero dejaron claro que tampoco piensan regalar nada en la eliminatoria. En el plano individual, LeBron James –como decíamos– firmó su 26º triple-doble en playoffs con 30 puntos, 10 rebotes y 11 asistencias. Anthony Davis por su parte aportó 27 puntos con únicamente dos rebotes (al empezar el último cuarto aún no había capturado un solo balón bajo los aros).
Denver y su anómala ventaja al descanso
Cuesta creerlo. Los Nuggets eliminaron a Los Angeles Clippers en siete partidos ganando los tres últimos, pero curiosamente en ninguno de ellos llegaron por delante al descanso, algo que sí lograron anoche al estar 63-53 arriba. La última vez que se marcharon a vestuarios con ventaja en el electrónico fue en el Game 3 ante los Clippers, cuando disfrutaron de una exigua renta de dos puntos (59-57). Sí, los de Colorado viven habituados a remontar, pero todo es más sencillo cuando no te ves obligado a ello.
(Fotografía de Ashley Landis – Pool/Getty Images)