Tal y como suena. Dwight Howard, quien seguramente debutará esta noche ante Oklahoma City Thunder, lo hará sin estar plenamente recuperado de los problemas en la espalda que lleva sufriendo desde pretemporada.
En una conversación con Chase Hughes de NBC Sports Washington, el pívot de 32 años admite que aunque está mejor el dolor no ha remitido por completo; tanto es así que no puede sentarse sin sentirse molesto.
«Simplemente no se ha terminado de ir aunque está mucho mejor que antes. Ni siquiera puedo sentarme bien. Me duele cada vez que me siento. Cada vez que llego a casa, no puedo ni ver una película sentado. Tengo que tumbarme en el suelo porque es muy doloroso».
Pero Howard no piensa dilatar su retorno por tal dolencia. Washington Wizards ha comenzado el curso muy por debajo del nivel esperado al perder seis de sus primeros siete compromisos. Con tal panorama la franquicia capitolina siente que necesita a su center titular, y este no está por la labor de decepcionarles. «Estoy con ganas de hacer todo lo que pueda para ayudar a este equipo a ganar».
Papel principal
Howard, quien pasa ahora por su sexto equipo en la NBA, ha vivido situaciones muy dispares desde que debutase con Orlando Magic, llegando incluso a escuchar que era más un problema que una solución en varias ocasiones. Pese a tal circunstancia, Scott Brooks, su nuevo técnico, le tiene reservado un rol preponderante. «Todos sabemos que la gran fortaleza de su juego está acabando cerca de canasta, pero también es un buen tirador de rango medio y tendrá la oportunidad de tomar esos tiros», explica dejando claro que exigirá su mejor versión.