Russell Westbrook terminó el segundo partido de la eliminatoria ante los Lakers como uno de los hombres más señalados de los Rockets. El base, cuya agresividad y velocidad en penetración suelen permitir a los texanos castigar las ayudas demasiado largas sobre James Harden, vivió una noche muy floja en varios aspectos, entre los que llaman especialmente la atención sus 7 pérdidas de balón y su 4/15 en tiros de campo. Sus 33 minutos sobre la pista se saldaron con un parcial de -14 para Houston, lo que le convirtió en el único titular del equipo en acabar con un +/- negativo y le llevó a ser bastante autocrítico en sus declaraciones post partido.
«Ahora mismo, simplemente estoy corriendo sin ningún sentido. Tengo que ver el partido repetido y analizar qué puedo hacer para ser más efectivo» afirmó. A continuación se le preguntó por la alta cifra de pérdidas, a lo que respondió de forma igualmente concisa pero directa: «En algunas se debió pitar algo, pero es mi culpa y no quiero señalar a nadie por problemas de mi juego. Me hago cargo de mis errores y de lo que hago».
D’Antoni, sin embargo, no quiso ser duro con el base, y trató de destacar su importancia en el sistema de estos Rockets: «No vamos a ganar nada sin él, eso ni se discute. Nadie está tan disgustado con él como él mismo. Está trabajando para volver a su mejor versión, y sé que lo conseguirá. Por eso es Russell Westbrook».
Este fue solo el quinto partido que el base disputa en estos playoffs, pues se perdió los cuatro primeros por culpa de unos problemas en el cuádriceps, y parece que aún le está costando encontrarse a sí mismo. Houston, no obstante, no puede permitirse esperar, ya que, como reconocía D’Antoni, un Westbrook al 100% es clave en las opciones de los suyos en esta ronda. No hay que olvidar el descomunal nivel al que Russ jugó durante los meses de enero y febrero, en los que dio a los suyos un enorme impulso con el que no les vendría nada mal volver a contar.
(Fotografía de portada: Douglas P. DeFelice/Getty Images)