Demasiados baches en lo que llevamos de temporada para los Sacramento Kings. El equipo que dirige George Karl no solo ha de luchar contra su propia irregularidad para ser este año equipo de Playoffs, sino que sus escollos se multiplican.
Tras lograr que Rajon Rondo alcanzara su mejor nivel en años, DeMarcus Cousins, el otro líder absoluto del equipo, ha sufrido contratiempos con las lesiones. Ahora que el pívot ha vuelto, es su compañero de pintura, el novato Willie Cauley-Stein, quien ha sido cazado por el infortunio.
Anoche, en uno de los peores partidos del curso de los Kings y que terminó con derrota ante los Celtics, el rookie, en el último minuto de juego, se dislocaba el dedo índice de su mano derecha. Un percance tan ridículo como fastidioso, ya que su período de sanación oscila entre las 4 y 6 semanas.
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A principios de temporada, había incertidumbre sobre quien acompañaría a Cousins de inicio en la zona. Alternativas había varias; Acy, Koufos o los propios Gay o Casspi como small ball tenían papeletas.
Sin embargo, finalmente, el rookie había convencido a Karl y era el suplemento defensivo idóneo para apoyar las embestidas de Cousins. Los datos hablan de que con Cauley-Stein en pista, los californianos reciben 3,6 puntos menos por cada 100 posesiones.
Habrá que ver, durante las próximas jornadas, que esquema y quinteto implementan los Kings desde el primer balón al aire.