En 2021 Cameron Payne sorprendió al mundo convirtiéndose en una pieza importante de los Phoenix Suns finalistas. El base estaba prácticamente fuera de la liga cuando, durante el confinamiento de 2020, James Jones le llamó con interés por hacerse con sus servicios. Su rendimiento durante los mencionados playoffs acabaron siendo más excepción que norma, pero desde entonces Payne ha sido parte más o menos relevante de todas las rotaciones que ha habitado (Suns, Bucks y Sixers). Ayer volvió a ser su momento.
Payne estaba contando con pocas oportunidades en los últimos partidos de Philly. De hecho, tan solo había disputado dos minutos en el primer partido de playoffs ante los Knicks. Anoche, pisó cancha por primera vez desde el segundo cuarto y uno de los primeros balones que tocó acabó en triple. El base metería otros dos antes de iniciar el último periodo para acabar con 11 puntos y tres asistencias. La cuarta mayor anotación de los Sixers.
«Soy de ese tipo de personas ‘lo que necesites’. Hoy necesitábamos energía y la he proporcionado», dijo después de la victoria que pone el 2-1 en la serie. «Si hubiese estado de bajón o cabreado probablemente no hubiese hecho lo que he hecho hoy. Así es como funciona la NBA». Payne tiene razón, y seguramente Nick Nurse no haya cambiado demasiado de idea con su rol en el equipo en las últimas 24 horas. Y de eso a veces van los playoffs, de que una buena noche de alguien que no esperas te acabe chafando los planes. Los Sixers ganaron de once puntos.
(Fotografía de portada de Tim Nwachukwu/Getty Images)